Viñedos en la D.O. Arribes del Duero
Viñedos en la D.O. Arribes del Duero - ICAL
Medio Ambiente

Jabalíes contra la D.O. Arribes

Los ataques de estos animales salvajes lastran la cosecha en esta comarca que comparten Ávila y Salamanca

Valladolid Actualizado: Guardar
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Un paladar exquisito están demostrando tener los jabalíes de la zona de los Arribes del Duero para desgracia de los viticultores de esta zona de las provincias de Zamora y Salamanca. Siempre cuentan con que la incidencia de la fauna silvestre como pájaros o abejas puede mermar parte de la cosecha, pero los daños de este mamífero son los más destacados. Ya en 2013 comenzaron a notarlo, pero este año ha sido más que evidente. La mengua de un 25% de su producción respecto a 2015, con 300.000 kilos de uva recogidos menos se debe en buena parte a los daños causados por el jabalí, que este 2016 ha hecho importantes destrozos en el viñedo. El «problema», aseguran desde el Consejo Regulador, es que este animal no sólo llega y se come el fruto, sino que, además, «destroza» la planta, rompe las espalderas en las que están e incluso las vallas de acceso.

«Es muy agresivo», advierten, pues suele ir en grupo, lo que aumenta los daños.

«No es el único factor» que ha afectado a esa disminución de la producción, pero sí «de los más importantes», asegura tras ver cómo el incremento de jabalíes en el Parque Natural Arribes del Duero está directamente relacionado con las mermas en sus producciones de uva. En poblaciones como Aldeadávila de la Ribera, donde se puede recoger unos 350.000 kilos de uva en un año propicio como éste se han quedado en 260.000. Los 90.000 menos en los estómagos de estos mamíferos que han demostrado «ser muy listos» y con un paladar exquisito.

Y es que, aseguran desde la DO, se van comiendo en función de cómo va madurando el fruto. Así, pasan de las primeras que alcanzan el dulzor a las siguiente variedades cuando van oliendo que están a punto para ser degustadas.

La época clave es principios de septiembre, cuando la uva ya está dulce para atraer a los jabalíes, pero aún no lo suficientemente madura para que la recojan las bodegas, lo que aprovechan estos animales para saciar su apetito. Lo malo es que «arrasan con todo», aseguran. «A veces, entras y parece que ha habido una batalla» en el viñedo, asegura Carlos Capilla, director técnico. Han hablado con los cotos de caza para intentar un mayor control cinegético y este año algunos viticultores han decidido denunciar ante la Guardia Civil.

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