David Álvarez, en una imagen de archivo
David Álvarez, en una imagen de archivo - J. G.
Economía

Los hijos «díscolos» del fundador de Eulen presentan dos nuevas demandas

Las acciones legales van contra el albacea de la herencia de su padre y la sociedad instrumental Daval.

Madrid Actualizado: Guardar
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Los cinco hijos «díscolos» del fundador de Eulen, David Álvarez, han interpuesto dos nuevas demandas ante los tribunales, una contra el albacea de la herencia de su padre y otra contra la sociedad instrumental Daval.

Fuentes de El Enebro -firma controlada por estos cinco hijos y cuyo principal activo son las bodegas Vega Sicilia- han informado a Efe de este nuevo pulso judicial, que se enmarca dentro del enfrentamiento abierto que mantienen con su hermana y actual presidenta de Eulen, María José Álvarez, por el control de la multinacional.

La primera de las denuncias presentada por los cinco hermanos se dirige contra el albacea de la herencia de su progenitor, Carlos Rodríguez de Quiroga, por «falta de parcialidad» y «conflicto de intereses».

En opinión de los denunciantes, el hecho de que Rodríguez de Quiroga sea socio-director de un despacho de abogados que trabaja para la propia Eulen y su presidenta lo invalida a la hora de repartir la herencia del fundador de la compañía, David Álvarez, quien falleció en 2015.

En la demanda, presentada a título individual en los Juzgados de lo Mercantil de Madrid, los firmantes reclaman a la Justicia que lo retire de estas funciones y lo sustituya por otro.

El reparto de la herencia del fundador del grupo Eulen todavía sigue pendiente 15 meses después de su muerte, y se considera clave a la hora de dilucidar cuál de las dos facciones familiares cuenta con mayoría en el accionariado de la empresa.

Estas mismas fuentes han precisado que la denuncia también incluye una petición a los tribunales para que impidan al actual albacea proceder al reparto de la herencia antes de que exista un veredicto.

La segunda demanda ha sido presentada por la propia El Enebro y en ella se reclama la nulidad de las aportaciones realizadas por Daval Control, sociedad creada por el patriarca de la familia y su hija en 2011 para concentrar su paquete accionarial.

El Supremo declaró nula recientemente la junta de accionistas de Eulen en la que se aprobó la creación de dicha sociedad y obligó a repetirla el pasado 31 de enero, aunque el resultado fue el mismo debido a que el notario acabó incluyendo a Daval como accionista, una decisión que los hijos «díscolos» también impugnarán en breve ante la Justicia.

Para estos cinco hermanos, la creación de Daval y la eliminación del derecho preferente de adquisición de acciones fueron dos medidas iniciadas por su padre para «bloquear» su entrada en la gestión y entregársela a María José Álvarez.

El Enebro defiende que la sentencia del Supremo hace que la composición accionarial de la compañía sea la que había antes de aquella junta de 2011, cuando su padre controlaba el 47,55 por ciento de los títulos, su hija María José el 3,56 por ciento y su hijo Jesús David otro 4,29 por ciento.

El restante 44,6 por ciento de las acciones estaban en manos de los cinco hijos «díscolos» -apodados así por su propio padre-, bien de forma personal, bien a través de El Enebro.

De esta forma, según sus cálculos, el reparto de la parte legítima que correspondería a todos sus hijos daría la mayoría a este grupo, ya que obtendrían un 11,3 por ciento adicional y elevarían su porcentaje de capital hasta el 55,9 por ciento.

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