Hermanas hospitalarias Palencia: Unidad Especializada de «la Rosa»

Este recurso en discapacidad intelectual y enfemedad mental presta una atención más individualizada y de 24 horas

Estela Flores y Manuel García, responsables de la Unidad de la Rosa F. HERAS

D. G. A

Dentro del espíritu de asistencia a las personas en riesgo de exclusión o más desfavorecidas que define al Centro Sociosanitario de las Hermanas Hospitalarias en Palencia se encuentra la «Unidad de la Rosa». Se trata de un recurso especializado «dirigido principalmente a personas con lo que venimos denominado patología dual, donde se combina la discapacidad intelectual y la enfermedad mental, pero con la característica de presentar graves alteraciones de conducta y que necesitan de un contexto protegido para su tratamiento», explica Estela Flores, psiquiatra del área de Discapacidad, titular de la unidad y especialista en psiquiatría Infanto-Juvenil.

El objetivo que persigue es conseguir una remisión de la sintomalogía y la estabilización clínica del usuario mediante el tratamiento psiquiátrico, psicológico y social especializado, junto con terapias de reeducación y rehabilitación en régimen residencial de media estancia; persiguiendo que el usuario se reincorpore a sus actividades y lugar de referencia en la comunidad. A pesar de las estrictas medidas de seguridad «dirigidas principalmente a crear un entorno seguro para a cada una de las personas que pueden residir aquí», y una vez superada la puerta de acceso principal, el entorno de la «Unidad de la Rosa» está marcado por una intensa luz natural, y sus techos y paredes decorados por los trabajos artísticos que realizan dentro de los procesos recuperadores. «No hay que olvidar que el objetivo último de este recurso es rehabilitador; un proceso que pueda permitirles retornar a su entorno de origen», añade Manuel García, coordinador del área de Discapacidad y enfermero especialista en Salud Mental.

Este modelo de intervención en personas con patología dual representó en su origen una referencia novedosa en la atención a las personas con discapacidad, «basándose en lo que ahora conocemos como los modelos de convivencia asistencial», explica Manuel.

Una de las características que también define a la «Unidad de la Rosa» es que cuentan con un equipo integral y multidisciplinar formado por la psiquiatra de referencia,junto a los profesionales de enfermería, psicología y trabajadores sociales, «que nos reunimos mínimo una vez a la semana para abordar cada caso y plantear las intervenciones que mejor se adaptan a los diferentes perfiles», comenta la doctora Flores. Por su parte, Manuel García destaca la importante labor que desarrollan los profesionales de atención directa «que trabajan las 24 horas del día con ellos, y que tratamos no hagan demasiada rotación para no perder el clima de confianza que tanto cuesta crear en ocasiones con los pacientes de este recurso».

A pesar y debido a las circunstancias de cronicidad que en muchos casos presentan los usuarios de la unidad, «nuestro objetivo es intentar integrarles lo máximo posible en el entorno del centro por lo que siempre que es posible se establecen actividades fuera de la propia unidad», explica Estela, quien añade que también «tratamos de que puedan hacer visitas a sus propios hogares durante el proceso rehabilitador». Un paso intermedio hasta alcanzar el alta definitiva y la recuperación plena.

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