Hasta 50.000 euros de multa por actuar con violencia en el deporte

El nuevo proyecto de ley de la actividad físico-deportiva sustituirá a la ley vigente

Público en las gradas de un campo de fútbol EFE

Iván Tomé

Comportarse de manera violenta en un acto deportivo puede salir bastante caro. En concreto, la cifra podría rondar entre los 5.000 y los 50.000 euros de multa por actitudes discriminatorias o incumplimiento de las normas, ya sea por cualquier implicado en las competiciones o que se encuentre entre el público. Así se extrae del nuevo proyecto de ley de la actividad físico-deportiva presentada recientemente y que sustituirá a la actual Ley del Deporte que se encuentra en vigor desde el año 2003.

Según se recoge el texto, son infracciones muy graves la participación de manera violenta en riñas o desórdenes públicos, comportamientos que impliquen discriminación, ya sea por nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición. Y estas cláusulas no solo se aplican a los participantes en la competición practicada, sino también a la organización del evento o, inclusive, al público asistente. Además de la multa monetaria que se aplicaría, las sanciones pueden llegar hasta la clausura de la instalación deportiva por un período de uno a cinco años , o, dependiendo del grado de la infracción, podría resultar que se cerrase el complejo donde se realicen las actividades de manera definitiva. Asimismo, se podría prohibir el acceso a cualquier instalación de uno a cinco años, inhabilitar por el mismo periodo de tiempo para ocupar un cargo directivo, así como prestar servicios profesionales de la actividad físico-deportiva.

Infracciones graves

En el apartado de infracciones graves, además de incluir la mayoría de las muy graves, también se encuentran la falta de diligencia en el cumplimiento de las obligaciones para impedir la violencia, el racismo, la xenofobia o contra la dignidad de la mujer, así como la venta de bebidas alcohólicas en las instalaciones deportivas o si se producen daños en los complejos deportivos. Por estas acciones, las sanciones son algo menores, pero también pueden llevar a que afecten en gran medida a la cartera del infractor. La multa monetaria rondaría entre los 500 y los 5.000 euros , así como el cierre de las instalaciones durante un año y la prohibición de acceso a cualquier complejo deportivo por el mismo tiempo. A pesar de que da la sensación de que últimamente la violencia en el deporte ha podido aumentar, sobre todo viendo las peleas entre padres en partidos de niños pequeños, el director general de Deportes de Castilla y León, Alfonso Lahuerta , cree que en este sentido «todos tenemos sensaciones», ya que unos pensarán «que es mucho mayor y para otros está remitiendo».

Lahuerta cree que es cierto que muchos hechos violentos «son muy llamativos y atraen a los medios de comunicación», además de que consiguen mucha proyección y difusión «gracias a las redes sociales» y esto puede crear una sensación de «violencia descontrolada en el deporte». Por esta disparidad, el director de Deportes cree que lo único fiable son los datos, que también ofrecen cifras diferentes.

La última cifra conocida, de la temporada 2015/2016, apunta que se cometieron 13 infracciones, mientras que justo en la anterior fueron 45 los sancionados. Pero si nos remontamos a años atrás, como a los años 2012 o 2013 se cometieron 29 y 30 faltas.

Los árbitros, incluidos

En el proyecto de la nueva legislación del Deporte de Castilla y León se contempla por primera vez el papel de los árbitros y jueces en la actividad deportiva. Así, además de esclarecer su trabajo en las competiciones, se les protege frente a agresiones, coacciones o intimidaciones en cualquier evento con este tipo de características, aunque tampoco están exentos de cumplir ciertas normas, como no alterar los resultados o incluso infracciones por modificaciones fraudulentas del resultado de las pruebas.

En este sentido, Lahuerta explica que han pretendido que el proyecto de ley recoja expresamente «su condición de agente» de la actividad física con un capítulo propio, ya que sin esta figura «no habría competición deportiva» y sería inconcebible sin un responsable que interprete las reglas del juego. Asimismo, en cuanto a la cuestión de que los jueces pueden ser el «saco de boxeo» de los aficionados en los diferentes eventos deportivos, Lahuerta cree que esta situación se dé probablemente por «la naturaleza humana» ya que es «mucho más cómodo» para justificar los propios errores escudarse en unos «improbables errores de un tercero», y así «tranquilizar la propia conciencia por el disgusto de no haber conseguido un determinado resultado».

A pesar de eso, el director de Deportes matiza que es un aspecto «que ocurre en muchos ámbitos de la vida», que « queda mucho por recorrer» , pero cree que lo han iniciado con este proyecto que ya se encuentra en las Cortes de Castilla y León.

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