Cultura
Así se gestó la recuperación de las piezas expoliadas en el yacimiento celtibérico burgalés
Un intento de venta on line puso a la Guardia Civil sobre aviso en noviembre de 2017
Un intento de venta en internet puso a la Guardia Civil tras la pista del expolio de casi un centenar de piezas celtibéricas del siglo IV antes de Cristo expoliadas de un yacimiento del Alfoz de Lara, en Burgos. La operación comenzó en noviembre de 2017 y ha llevado a destapar un entramado que se originó casi por accidente.
El teniente de esta unidad Pedro Martínez explicó que parece que el hallazgo de las piezas fue casual, cuando se estaba realizando un movimiento de tierras con una excavadora en el Alfoz de Lara (Burgos). El supuesto expoliador trabajaba en un yacimiento de áridos situado junto a una zona catalogada como yacimiento arqueológico, cuya ubicación precisa ha evitado desvelar para evitar nuevos expolios.
El tiente calificó de «irrisoria» la cantidad de 1.700 euros por la que se vendió el lote completo, probablemente para la reventa o para una colección privada. Sin embargo, es prácticamente imposible valorar el precio, aunque el valor patrimonial es «enorme», según el teniente coronel de la Guardia Civil en Burgos, Alfonso Martín.
En la operación «Muserola» se han recuperado finalmente 92 piezas celtibéricas del siglo IV antes de Cristo y han sido detenidas tres personas en Burgos y una en Toledo. Además se ha investigado a un quinto implicado, en Cantabria, por supuesta receptación.
Según detalló ayer la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, entre las piezas recuperadas, fundamentalmente realizadas en hierro, se encuentran puntas de lanza, una espada de hierro, hojas de puñales, bocados de caballo, muserolas y regatones. Algunas se habían restaurado con cierto rigor por alguno de los compradores para facilitar su reventa o simplemente enlucirlas por motivos de coleccionistas.
Las piezas, al detalle
Destacan una espada tipo «La Tène» de la cual no existe ninguna conocida en la provincia de Burgos y solamente dos en Castilla y León (Soria y Ávila); y una vaina de puñal tipo «Monte Bernorio-Miraveche«. En la operación han colaborado el Museo de Burgos y el profesor de Arqueología y Prehistoria de la UNED Ignacio Ruiz Vélez, que han ayudado a identificar las piezas, concretar su procedencia y señalar su «elevado valor patrimonial e histórico», según la directora del museo, Marta Negro.
La responsable del museo ha explicado que barajan la hipótesis de que las piezas se encontraran agrupadas en un depósito votivo que se encontraba en una zona catalogada en la que había varios asentamientos celtibéricos. No se ha descartado que fuera una acumulación posterior de estos objetos, aunque parece menos improbable.
El teniente coronel de la Guardia Civil en Burgos, Alfonso Martín, precisó que este tipo de infracciones pueden conllevar multas elevadas o penas de prisión de seis meses a tres años, aunque sus autores pueden también ser condenados a pagar la restauración por los daños que hayan sufrido las piezas. Consideró que estos delitos son «absurdos» porque expolian el patrimonio de todos para que vaya a parar a colecciones privadas, donde no se estudian y quedan a la vista de solo su propietario y su entorno más inmediato.
