Fermoso cree que refinanciar a Llamas evitó que «la bola de nieve fuera a más»

El expresidente de Caja Duero cree que se pudo salvar el sector inyectando millones de euros de dinero público

Julio Fermoso, durante su comparecencia en la comisión de las Cortes ICAL

ABC

El que fuera presidente de Caja Duero entre 2004 y 2010, Julio Fermoso, defendió ayer los créditos concedidos en su día al empresario Santos Llamas, que llegó a ser su homólogo en Caja España, con la que posteriormente se fusionó, y negó trato de favor hacia él. Al respecto, explicó que se aprobó incluso un préstamo de 600.000 euros para refinanciar las cuotas de otros anteriores para «evitar que la bola de nieve fuera a más». Estas operaciones estaban dentro de las «miles» en una época «tormentosa» de «enorme riesgo» en la que el objetivo era evitar entrar «en mora impidiendo un mal mayor».

El también exrector de la Universidad de Salamanca compareció en la Comisión de Investigación sobre las Cajas constituida en las Cortes que aprovecharon los portavoces de IU-EQUO, Cs y Podemos para censurar la gestión del interpelado al frente de Caja Duero por su «excesivo personalismo» y por la toma de decisiones «ruinosas», «estrafalarias y de aurora boreal», tal y como calificó la formación do Pablo Fernández, así como por la percepción de emolumentos de hasta 360.000 euros que Manuel Mitadiel entiende que se sitúan «al nivel de los primeros espadas de la financiación española». El aludido, además de puntualizar que únicamente percibió ese salario una anualidad de su mandato, «un euro más de lo que cobraba el director general, Lucas Hernández», defendió todas y cada una de las operaciones realizadas por la caja, desde la expansión de oficinas en Portugal y un proyecto en República Dominicana hasta la concesión de un crédito puente de 2 millones de euros a la pianista Maria Joao Pires y la financiación de sendas conferencias de Jorge Valdano en 2008 y 2009 por importe cada una de 50.000 euros, entre otras.

Fermoso defendió que el proceso de fusión entre Caja Duero y Caja España se produjo en un momento en el que ambas entidades se encontraban en una situación solvente y lamentó que el Gobierno de España, «con la coordinación del legislativo y gubernamental y el apoyo de Bruselas», no se hubiera anticipado a los acontecimientos inyectando miles de millones para salvar el sector, a diferencia de lo ocurrido en Reino Unido y Alemania.

«Teníamos un cáncer»

Mientras, el expresidente de Caja Círculo Vicente Ruiz de Mencía constató ayer que las autoridades a todos los niveles, desde el Banco de España hasta el Ejecutivo autonómico, reaccionaron «muy tarde» para salvar a las entidades de ahorro porque cuando lo hicieron tenían «un cáncer» y ya era «muy difícil». Además, arremetió contra la dirección general durante su mandato, a la que acusó de ningunearle y llevar una gestión «absolutamente oscurantista», lo que provocó su dimisión. Vicente Ruiz manifestó que su puesto tenía un carácter meramente representativo pero las «fricciones» con la dirección se fueron agravando porque no fue «dócil a sus decisiones» hasta que se «hartó» y se negó a firmar actas del consejo que hasta entonces había sido de «paja».

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