Las denominaciones temen el descenso de ventas y un excedente de vino en Europa ante el veto de Trump

El 11% de las exportaciones de los caldos de Castilla y León recala en el país americano, un mercado «prioritario»

Viñedos de la D.O. Bierzo, en una imagen de archivo ICAL

M. GAJATE

«Los productores de vino de California me han venido a ver y me han dicho: ‘Señor, estamos pagando mucho para colocar nuestro producto en Francia y usted les está dejando -o sea, este país les está dejando- a los vinos franceses -que son buenos vinos, pero los nuestros también lo son-, entrar gratis, y eso no es justo». Con esta frase justificaba hace unas semanas el presidente de los Estados Unidos su declaración de guerra a los vinos galos . Ya había advertido de ello Donald Trump hace unos meses, cuando dijo a través del que se ha convertido en su boletín oficial, Twitter, que los aranceles eran bajos y que eso «debía cambiar». Su insistencia hace temer que llegue a ejecutar una amenaza que por las reglas del juego comerciales hacen que, de cumplirse, todos los países de la Unión Europea corran la misma suerte, viéndose, así, notablemente afectada España -el quinto mayor proveedor de la hostelería y las bodegas particulares de los americanos- y dentro de ella Castilla y León, que al año exporta a este país más de 2,3 millones de litros de sus caldos con Denominación de Origen, de acuerdo con los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de la campaña 2016/2017.

En las DO de la Comunidad esperan que la subida de los aranceles se «quede en amenaza», ya que implicarían un incremento de costes que asumen que afectaría a las ventas. No llevaría a la quiebra de las bodegas, porque las exportaciones a este mercado no alcanzan el once por ciento de las ventas fuera del país y suponen sólo el 1,3 por ciento de la producción total, pero sí haría mella en sus cuentas y, sobre todo, en sus planes de futuro.

Planes de expansión

Y es que los vinos castellano y leoneses radican en mayor medida en la Unión Europea, pero Estados Unidos es una plaza importante. La penetración en el país es desigual, para algunas bodegas ya es el principal destino y en los resultados anuales de otras tiene de momento un papel anecdótico. Pero si se cumple la amenaza de Trump podrían trastocarse sus estrategias de expansión que se han fijado en este mercado «muy interesante», por ser el cuarto productor mundial de vino, por detrás de Italia, Francia y España, pero el primer consumidor.

Así lo explica el presidente de la DO Ribera del Duero, Enrique Pascual. Estados Unidos está entre sus cinco primeros mercados y se aspira a una mayor implantación. «Tenemos marcada una estrategia de futuro» que enfoca hacia EE.UU. como un destino «muy prioritario porque el consumo está creciendo permanentemente, la calidad se aprecia y tenemos buen vino». Por ello, «si realmente se cumple -el aumento de aranceles que ha planteado Donald Trump- nos va a perjudicar directamente».

Por delante de Ribera de Duero, Toro es la DO con mayor volumen de exportaciones a Estados Unidos. Mientras sólo un uno por ciento de la producción de la primera se vende en esas lindes, la segunda comercializa más de un ocho por ciento de su añada en Estados Unidos. De ahí, que en el Consejo Regulador adviertan de que la subida de aranceles sería «un problema para el libre mercado que encarecería aún más» el precio de los vinos, que ya se ve incrementado en su paso por aduanas y por los costes de distribución. En consecuencia, temen que «bajen las ventas» en el que es el «principal mercado fuera de Europa».

Sierra de Salamanca, líder

Si bien Toro es la que más litros, con cerca de 76.000 al año, vende en Estados Unidos, Sierra de Salamanca es la que más proporción de su producción comercializa en este país. En concreto, el trece por ciento. Por eso entienden que un «encarecimiento» del producto sería una «muy mala noticia». Así, el Consejo Regulador explica que se trata de un mercado «muy importante» en el que no todas las bodegas se han implantado por «igual». No obstante, las consecuencias se notarían en el conjunto, «acabaría afectando a todo el tejido vitivinícola».

Otra de las Denominaciones de Origen de Castilla y León con mayor proyección en estados Unidos es Bierzo. Con un cuatro por ciento de su producción consumida en este país, Misericordia Bello, presidenta del Consejo Regulador, señala que de cumplirse la «amenaza» les «afectaría y mucho» porque EE.UU. y Canadá se han convertido en el primer mercado para la DO, tras adelantar a Alemania. Eso sí, advierte de que los suyos son «vinos singulares y quienes quieran variedad Mencía la van a a tener que pagar más cara».

Además del encarecimiento del vino, los productores temen también que si los vinos franceses pierden su mercado estadounidense se «llegaría a un excedente de vino en Europa», señalan desde Tierra de León, donde, en particular, tienen un «nivel de exportación a EE.UU. muy pequeño -dos por ciento- y no debería verse muy afectada» por esa aún supuesta subida de aranceles.

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