Ramón Álvarez, agricultor zamorano en huelga de hambre
Ramón Álvarez, agricultor zamorano en huelga de hambre - ICAL
Zamora

Deja tras 20 días la huelga de hambre para reivindicar el desembargo de su finca

El agricultor toresano Ramón Álvarez «levanta el campamento» que mantenía desde hace casi tres semanas frente a la Delegación de Hacienda en Zamora

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Tras 20 días sin probar bocado para intentar salvar su finca embargada por una deuda de 120.000 euros con la Agencia Tributaria, el agricultor toresano Ramón Álvarez ha «levantado el campamento» que mantenía hasta hoy frente a la Delegación de Hacienda en Zamora después de que se abriera un «proceso de confianza» con las sucesivas reuniones mantenidas en varios frentes, la última de ellas, esta misma mañana, en Valladolid.

«Levantamos el campamento y finaliza la huelga de hambre. Vamos a seguir peleando y buscando vías desde el punto de vista legal. Queremos que el legislador tenga en cuenta que, cuando se llegue a estos procedimientos de embargo de vivienda habitual, que la Ley permita a los técnicos proteger la casa», ha explicado Patricio Alonso, abogado de la Plataforma de Afectados por Hipotecas, informa Ical.

«Vamos a seguir trabajando y queremos reunirnos con los dirigentes de los partidos mayoritarios», ha añadido, reiterando lo que comentó hace una semana el coordinador provincial de UCCL, Enrique Cortés, en cuanto a establecer contactos con Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera, Pablo Iglesias y Alberto Garzón.

El letrado ha señalado que los propios técnicos de Hacienda «nos manifiestan que se encuentran en situaciones en las que se subastan viviendas de familia que, desde el punto de vista personal, les supone un problema» y ha apostillado que es «la leche tener que echar a una familia de una vivienda por deudas. Queremos que los partidos políticos busquen una vía legislativa que evite estas situaciones».

En este contexto, Patricio Alonso ha insistido en que los técnicos «no pueden tomar decisiones» pero que, dentro de lo que permita la Ley, «se pueden tomar caminos que ayuden a familias» como la de Ramón Álvarez. «La subasta no está paralizada. Durante seis meses, alguien puede quedarse con la casa pero tiene que pagar 200.000 euros. Creemos que nadie va a comprarla cuando en el mercado no lo vale pero la casa está en subasta», ha finalizado.

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