Consternación en Burgos por el nuevo caso de violencia de género: «No nos lo creemos»

La hija mayor del matrimonio fue la que encontró los cadáveres y auxilió a su hermano en el domicilio familiar

Agentes de la Guardia Civil, junto al domicilio en el que se produjeron los disparos Ical

J. M. A./ABC

La localidad burgalesa de Villagonzalo Pedernales se despertó ayer con los disparos mortales realizados presuntamente por un hombre de 56 años, R. V.S., que acabaron la vida de su mujer, J.S.M., de 55, y mandaron al hospital de gravedad a su hijo, de 29 años antes de que el supuesto asesino se suicidara también con la escopeta que posiblemente usaba para cazar y para la que tenía licencia desde hacía una década. Eran en torno a las ocho de la mañana cuando algunos vecinos, según informó Efe, oyeron el estruendo, pero no fue hasta varias horas después cuando se confirmaron los peores presagios en el municipio del alfoz de Burgos después de que se escuchara una nueva detonación. Fue la hija mayor del matrimonio, de 30 años, la que encontró los cadáveres y la que pudo ayudar en primera instancia a su hermano, que fue operado de urgencia y trata de recuperarse en el hospital de la capital de las heridas sufridas.

La alcaldesa del municipio, Purificación Ortega, explicaba poco después que se trata de una familia que lleva muchos años en el pueblo, de cerca de 2.000 habitantes, y que la mujer era muy querida allí al trabajar como cuidadora del comedor escolar de este municipio «y ha dado de comer» a muchos de los jóvenes y niños de la zona.

«No nos lo creemos, no ha podido ocurrir» , afirmaba apesadumbrada la regidora que detalló el drama que tuvo que pasar la hija al hallar en la casa en la que había vivido buena parte de su vida -ahora residía en la capital- a sus padres fallecidos y a su hermano, que al parecer sí vivía con ellos.

Mientras, como suele ocurrir en muchos de los casos de violencia de género, la propia alcaldesa destacaba que se trataba de una pareja a la que no se le conocía ningún problema público de convivencia.

Desde la Guardia Civil de Burgos no querían descartar ayer ninguna de las hipótesis sobre lo que podría haber sucedido y se decretó el secreto de sumario. Sin embargo, a las pocas horas el subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, confirmaba que las muerte de la mujer se debía a un nuevo caso de violencia de género. De la Fuente detalló también que no había denuncias previas pero avanzó que «todo apunta» a que el hombre, que fue localizado en una habitación diferente de la casa y con la escopeta en sus manos, disparó a su mujer, Josefa Santos, y malhirió al hijo de ambos, que fue localizado con una herida «grave» en el cuello, que toca a la médula, y sin poder moverse.

Vecinos de Villagonzalo se concentraron ayer para rechazar el crimen Ical

El subdelegado del Gobierno aclaró que el presunto autor de los disparos disponía de licencia de armas, tanto de escopeta como de rifle, desde hacía una década, y tras rastrear las autorizaciones de las licencias, se ha visto que «todo estaba en perfectas condiciones», igual que los psicotécnicos. «Era una persona absolutamente autorizada para el manejo de estas armas», aclaró el subdelegado, quien informó de que la propia hija había descartado la existencia de problemas en la pareja por lo que por ahora no se maneja ningún móvil que haya podido provocar lo sucedido.

En relación a los intervalos de los disparos, reconocía en que «todo está en investigación» aunque reconoció que podría haber habido «un tiempo entre unos hechos y otros». El municipio estará tres día de luto y se ha convocado para hoy al mediodía una concentración para condenar este crimen, aunque ya ayer vecinos y allegados de las víctimas se concentraron en la plaza del pueblo.

Tercer caso este año

Éste sería el tercer asesinato machista ocurrido en Castilla y León este año tras el sufrido hace unas semanas también por una mujer de 28 años en la localidad también burgalesa de Salas de las Infantes y por el que fueron detenidos tanto su pareja como un hermano de la misma. La primera víctima de la violencia de género en Castilla y León del año fue una anciana de 95 años asesinada en una residencia de la localidad de Toreno (León) por su marido, el 11 de enero. Tras la agresión, la mujer fue trasladada al Hospital del Bierzo, donde falleció tres días después. El presunto asesino, también de 95 años, fue detenido por la Guardia Civil y prestó declaración ante el Juzgado.

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