Guillermo Garabito - Apuntes al margen

La conciliación política

«Aquí no tenemos lazos amarillos, pero tenemos a sus señorías «intensitas» con eso de que se acerca una campaña electoral»

F. HERAS

La Junta Electoral debería decir algo no sobre los lacitos amarillos de Torra, que está muy bien que se los ordenen quitar al fin de las instituciones, si no de los plenos de Castilla y León. Porque aquí no tenemos lazos amarillos, pero tenemos a sus señorías «intensitas» con eso de que se acerca una campaña electoral. O dos. Una campaña, la autonómica y municipal, que se las promete a despecho. Durante ese periodo los partidos vuelven a ser una piña, se dejan las familias políticas que los dividen internamente para después y los enemigos, antes individuales, se vuelven comunes.

Los plenos en las Cortes, cuando se acerca una campaña, corren el riesgo de convertirse en un mitin electoral. En una plaza de aquellas del 15M, pero más limpia. Y cada uno usa su turno de palabra y su pregunta para congraciarse con su electorado casi siempre tirando piedras al de enfrente –que aquí es el PP–. Incluso Cs, que es socio de gobierno, aprovecha para lanzar piedras pero con Luis Fuentes, después de Silvia Clemente, todas les caen sobre su propio tejado.

Por eso es gracioso que ayer después de las preguntas de los portavoces de los otros grupos al presidente de la Junta, que fueron un poco lo de siempre y otro poco de lo mismo, en el PSOE insistieran en cargar contra Pilar del Olmo. Las dos siguientes cuestiones que salieron de la bancada socialista tras la de Tudanca fueron para ella, sobre la Perla Negra y su implicación personal en el asunto.

El tema era la Perla Negra, que es una de las losas que arrastra este gobierno como el duque de Lerma arrastra su fama de chanchullero inmobiliario desde el siglo XVI. Pero parecía que al PSOE le hubiera servido cualquier otro para provocar a Pilar del Olmo. El caso era cargar contra la consejera como si quisieran hablarla en verdad del Ayuntamiento de Valladolid. Pero era un pleno de las Cortes de Castilla y León, claro.

Así podría haberlo interpretado cualquiera cuando a su señoría del PSOE le dio por concluir su intervención con eso de: «Usted no está ni para gestionar una comunidad de vecinos». Son los riesgos de estar pluriempleada. Sobre todo para la oposición, que ya no tienen muy claro si hoy conviene intentar desprestigiarla como consejera o como candidata.

Es marzo y ya están sus señorías pluriempleadas; como para no defender la conciliación. Los hay que tiene que conciliar como portavoz y candidato, otras como consejera y candidata y también están los que concilian como portavoz y descartado.

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