Sociedad

Castilla y León registra la mejor campaña de incendios de los últimos 35 años

Quiñones ve «casi imposible» repetir los extraordinarios datos

Incendio forestal en Casavieja (Ávila) originado el pasado julio por el vuelco de una retroexcavadora, en una imagen de archivo ICAL

J. M. A.

De «excepcional» y «extraordinaria» calificó ayer el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, el balance de la campaña de incendios de 2018. En su intervención en las Cortes, aseguró que el actual ejercicio ha sido «el mejor» desde el de 1984 y ya avisó a los distintos grupos políticos que será «casi imposible» que se vuelva a «repetir»

En su explicación detalló que se produjeron un total de 898 incendios forestales, la cifra «más baja» desde que hay estadísticas en la Comunidad y una reducción del 53 por ciento respecto a la media del último decenio. De ellos, sólo en 254 se calcinó más de una hectáreas -739 por año en la última década-. Además, la superficie forestal total quemada fue de apenas 2.730 hectáreas, de nuevo el menor del que se tiene conocimiento. Mientras, el descenso de las arboladas quemadas fue del 91 por ciento respecto a los diez últimos años y sólo en 2007 el resultado fue ligeramente mejor.

El consejero Juan Carlos Suárez Quiñones, durante su comparecencia F. HERAS

Quiñones también resalto que el descenso de fuegos se produjo en todos los meses, especialmente en marzo, julio y agosto, y que 2018 ha sido el ejercicio con menor número de alertas del Plan Infocal «de la historia» con únicamente dos fuegos que alcanzaron el nivel 2 y solamente un gran incendio, el registrado en Santa Colomba de Curueño (León) en el mes de mayo y que calcinó 645 hectáreas.

Pequeños fuegos

¿Las claves del éxito? «La favorable climatología, la mayor concienciación de la población y la eficaz actuación del operativo», resumió el consejero. Así, las «intensas» precipitaciones de primavera y las «muy abundantes» de junio mantuvieron «un elevado nivel de humedad» que compensó el «gran desarrollo de la vegetación» y posibilitó que «los fuegos iniciados progresaran lentamente». Aunque agosto y septiembre fueron meses «muy cálidos» hubo «una mayor precaución en la realización de las labores y actividades que pueden conllevar un mayor riesgo de incendios y una menor intencionalidad». En cuanto a los medios desplegados por la Junta, destacó su «rápida y contundente» actuación para «lograr sofocar en poco tiempo» los fuegos hasta alcanzar un porcentaje de conatos -incendios de menos de una hectárea- «por primera vez» superior al 72 por ciento del total.

La favorable climatología, la mayor concienciación de la población y la eficaz actuación del operativo»

Mientras, el portavoz del PSOE, José Luis Aceves, que tuvo un recuerdo para el operario fallecido en el siniestro de Casavieja, pidió al consejero que «no saque pecho» y le instó a que ofrezca los datos de los últimos cuatro años en los que, según recalcó, «se ha quemado mucha comunidad». Aceves aseguró que en Castilla y León se necesita una ley de prevención e investigación de los incendios forestales y demandó una mayor limpieza en los márgenes de las carreteras. Ricardo López, del Podemos, denunció la condiciones laborales de algunos de los integrantes de las cuadrillas y apuntó a que en ocasiones se ven obligados a afrontar jornadas de trabajo diarias de 16 horas. informa Efe.

El portavoz del Grupo Mixto y parlamentario de UPL advirtió de que e la provincia de León tiene «el liderazgo en superficie quemada».

José Ignacio Delgado, de Ciudadanos, después de reconocer que los datos son «buenos», reclamó la continuidad de los componentes de las cuadrillas y una mayor coordinación de los parques de bomberos.

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