Castilla y León ofrece 60 plazas para recibir a los migrantes del Aquarius

Diez de ellas serán para atención a menores no acompañados

Alfonso Polanco y Alicia García, este pasado jueves con representantes del tercer sector en Valladolid F. HERAS

M. ANTOLÍN

Todo está listo en Castilla y León para acoger a inmigrantes del Aquarius, el barco que continúa en alta mar con más de 600 personas a bordo y que llegará a Valencia previsiblemente la madrugada del próximo sábado al domingo, después de que Italia le cerrase las puertas. Por el momento y a la espera de que el Gobierno determine cuáles son las necesidades, la Comunidad ya tiene preparadas diez plazas para la atención de menores no acompañados y otras cincuenta adicionales de atención inmediata para las familias o adultos que puedan llegar a la región.

Este ofrecimiento ya se ha comunicado al Ejecutivo central, explicó este pasado jueves la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Alicia García, quien detalló que los menores serán acogidos en los centros que posee la Junta y que Cruz Roja y ACCEM -organizaciones especializadas en la atención a refugiados- tienen ya disponibles otras cincuenta plazas en las instalaciones que ellos gestionan en colaboración con los gobiernos central y regional. No obstante, este dispositivo podría ampliarse si fuese necesario. Además, los recursos incluidos en la Red de protección a las familias de la Comunidad estarán habilitados para estas personas y Cáritas ofrecerá todos sus recursos e instalaciones de forma coordinada con el resto de entidades que participan en el dispositivo de acogida.

Aún es pronto para conocer cuántas personas procedentes del Aquarius llegarán a la región, detalló la titular de Familia tras la reunión de la Mesa de seguimiento permanente de acogida al refugiado celebrada con motivo de la la llegada de los 629 inmigrantes a España. Y es que será Cruz Roja quien atienda en primer lugar a las personas que lleguen al puerto de Valencia y, una vez superada esa fase inicial y cuando se identifique a todos, el Ejecutivo central irá derivando a las comunidades en función de las necesidades y perfiles que existan y de las plazas de las que las regiones dispongan.

1.400 refugiados

Con los recursos preparados y las principales organizaciones encargadas de este ámbito listas ya para trabajar coordinadas, la Junta considera que no es necesario hacer «un llamamiento» de urgencia a la población para colaborar, si bien la consejera sí llamó a la «solidaridad con estas personas que están viviendo un drama». Aún así, todos los particulares que deseen colaborar -muchos ya han ofrecido viviendas, alimento o ropa- deberán dirigirse a las entidades sociales.

Desde que la Mesa de seguimiento se puso en marcha en 2015, con la crisis de los refugiados que huían de la guerra de Siria, los dispositivos de atención han mejorado, consideró García Así, las plazas han pasado de 141 en 2016 a 525 de acogida inmediata o temporal, todas ellas gestionadas por Cruz Roja y ACCEM, de las cuales unas sesenta están ahora mismo libres. En este momento, las nueve provincias de la región acogen a 1.400 refugiados en distintos niveles de atención.

Por ello, el presidente de Cruz Roja en Castilla y León, José Varela, lanzó un mensaje de «tranquilidad» porque se va a trabajar tal y como se ha hecho hasta ahora por parte de organizaciones con «experiencia» en esta materia. «Tengo la seguridad de que no habrá ningún problema, Castilla y León está perfectamente preparada y tanto los ciudadanos como la población pueden estar tranquilos», garantizó.

El mismo discurso mantuvo el responsable de ACCEM en la región, Daniel Duque. «En 2006, durante la crisis de los cayucos pasaron 800 personas por una capital de provincia de Castilla y León y no pasó nada», puso como ejemplo para asegurar a la ciudadanía que la región tiene capacidad y sabrá acoger a las personas que lleguen procedentes del Aquarius.

«Es importante que el Gobierno haya dado un paso adelante y que también lo hayan hecho las autonomías y la sociedad civil, pero cada uno tenemos que saber cuál es nuestro papel», aseguró. Y es que en el momento de su llegada, estas personas requieren de una «atención profesional», tanto psicológica como jurídica, dijo. Le corresponde al Estado determinar si las personas que se encuentran en el Aquarius son refugiados o necesitan algún tipo de medida de protección y, a partir de ahí, las administraciones autonómicas deben atender y la sociedad civil reforzar ese apoyo facilitando la integración social y laboral, explicó Duque.

Responsabilidad de Europa

Pero, además, «es necesario pedir responsabilidad Europa para que regule y controle estas situaciones», aseguró. Por último, el secretario de Cáritas regional, Guenther Eduardo Boelholf, explicó que la organización a la que representa «también se siente interpelada por este drama» y por ello colaborará con sus recursos y «posibilidades» en coordinación con el resto de organizaciones implicadas en la atención.

«Esta emergencia humanitaria nos interpela a construir como sociedad un discurso alternativo al del odio, la amenaza o el miedo y que hable de oportunidad», concluyó el secretario de la entidad cristiana.

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