Candidatos 2.0

Pues ya tenemos a los dos candidatos principales a la presidencia de la Junta de Castilla y León. Nadie lo duda ya, aunque de lo que se duda es de las muchas sombras que en los partidos provocan. Luis Tudanca lleva de campaña casi desde el día que se dio a conocer en el ruedo político autonómico, es decir, de conejito Duracell. Imparable y sin aliento. Y aún así su figura se presenta distorsionada por las acciones de un Gobierno central torpe que pide a gritos unas elecciones generales anticipadas. O cuando no, de su dehesa interior donde hay barones y provincias que asienten ante él pero que no dudan en criticarle en cuanto se marcha para Valladolid.

Del ya exalcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, poco más se puede decir de lo escrito aquí semanas atrás. Juan Vicente Herrera que agotará legislatura porque es el que manda en el Gobierno regional.

Y Pablo Casado sin protagonizar esa visita donde más que un baño de masas Mañueco pide a gritos, casi, una loa incondicional de su presidente nacional. Que ya pasaron las elecciones andaluzas y su posición parece sólida con un preacuerdo de Gobierno con Ciudadanos.

Ambos partidos se juramentan, el PSCL porque quiere ver un fin de la mayoría popular y dice tener en la mano superarles. Cosa que en general no se cree. Y el Partido Popular de Castilla y León se presentan confiados en mantener la mayoría minoritaria. Nadie ve una entrada de Vox, pero ojo, que hay mucho voto de desencanto y cabreado por el graderío más escorado a la derecha.

De Podemos e Izquierda Unida no se espera ni crecimiento, ni merma. La unión que aquí aún no existía en forma de votos les permitirá subsistir en un escenario a la baja de la extrema izquierda.

Y qué decir de los regionalistas leonesistas. Su unión con PAL-UL tiene toda la pinta de garantizar su presencia en las Cortes regionales, residual, pero presencia al fin y al cabo.