Sanidad

Alta cocina en el hospital

Los cocineros Víctor Martín, Marc Segarra y Francisco Beltrán se encargaron del menú del Clínico Universitario de Valladolid por un día

IVÁN TOMÉ

La alta cocina de Valladolid dejó por un día los habituales fogones de sus restaurantes para establecer como su sede central el Hospital Clínico Universitario de la capital castellano y leonesa. ¿Para qué? Nada más y nada menos que para ofrecer a los pacientes un menú confeccionado por dos estrellas Michelin , Víctor Martín (Restaurante Trigo) y Marc Segarra (Refectorio Le Domaine), y el cocinero del Restaurante Kubo, Francisco Beltrán de Heredia.

Formado por un primero, un segundo y postre, cada uno de los cocineros se encargó de pensar y elaborar uno de los tres platos del menú. Beltrán de Heredia confeccionó el primero, una crema de calabaza y jamón ; Martín, el cocinero del Trigo, cocinó una merluza al vapor con fideuá de tinta de calamar de segundo y, por último, Segarra elaboró el postre, unas natillas de albahaca con gel de manzana verde, galleta de chocolate blanco y azúcar. En total fueron 600 las personas que pudieron degustar los platos elaborados para este día.

Esta iniciativa, celebrada con motivo del cuarenta aniversario de la apertura del hospital, permitió a los cocineros experimentar y valorar el trabajo que hacen los profesionales del centro médico día tras día. «Aquí hay un volumen de gente muy superior a lo que estamos acostumbrados» y se sale un poco «de nuestras rutinas» por la forma de trabajo y el volumen de alimentos «que vamos a cocinar», aunque se sintieron «muy arropados» por el personal que trabaja en la cocina del Hospital Clínico Universitario, lo que les facilitó mucho la tarea. «Solo deseamos que tanto los pacientes que no tengan intolerancias, como el personal que está de guardia en el hospital , que también comerán los platos, que lo disfruten», afirmó Beltrán.

Terapia alimentaria

Como apuntó el director gerente del centro, Francisco Javier Vadillo, en los últimos años los hospitales han comprendido el valor de completar el tratamiento ofrecido por los médicos con una terapia «alimentaria y gastronómica» que sea además una «experiencia satisfactoria» durante la estancia de los pacientes en el centro.

El Hospital Clínico de Valladolid sirvió el año pasado un total de 708.803 raciones , repartidas en desayuno, comida, merienda y cena, con una media diaria de casi 2.000 raciones. Además, Vadillo apuntó que el 77 por ciento de los víveres de estos platos son comprados a empresas vallisoletanas.

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