SALUD & SOCIEDAD

25 aniversario: Innovando en salud mental

Un centenar de personas participan en las Jornadas Técnicas de la Federación regional de Salud Mental

Ángel Lozano(d), María José Domínguez y Nel González, responsables del movimiento asociativo M. ÁLVAREZ

ALBERTO FERRERAS

Han pasado 25 años desde la creación de la Federación Salud Mental de Castilla y León, tiempo suficiente para echar la vista atrás y ver cómo ha evolucionado la intervención de las asociaciones que la integran y cuáles han sido los proyectos que mejor han funcionado y que mayor innovación han supuesto en el tratamiento de la enfermedad mental. Con esos objetivos la pasada semana se celebraron las XVI Jornadas Técnicas, unas sesiones que organiza la federación con periodicidad anual y que coincidiendo con el 25 aniversario se desarrollaron en Zamora por ser ésta una de las provincias que inicialmente impulsó la creación de una red asociativa que engloba a once asociaciones y catorce delegaciones.

La intervención y el apoyo a personas con algún tipo de trastorno mental en los cinco lustros de historia de la federación se caracterizó por «el alto nivel de calidad e innovación», según subrayó el gerente de la entidad, Ángel Lozano. Por ello, en el encuentro, en el que se dieron cita una veintena de ponentes y un centenar de asistentes, se expusieron algunos de los proyectos innovadores de mayor éxito puestos en marcha por las asociaciones en áreas como la integración laboral, la autonomía personal, la intervención en el medio rural, los programas de envejecimiento activo, de actividad física y deporte, de economía circular y medio ambiente o de activismo y participación. Se trataba, en definitiva, de exponer las actuaciones más representativas que son ejemplo de buenas prácticas para replicarlas y extenderlas a todo el territorio de la Comunidad. Un ejemplo de ello es, en el ámbito laboral, el proyecto novedoso «PasaXT hacia el empleo» que se desarrolla en Ávila, Miranda de Ebro, Salamanca y Segovia con el apoyo de la Fundación Once y el Fondo Social Europeo.

Esta iniciativa va dirigida a jóvenes menores de 30 años en paro con discapacidad reconocida por trastorno mental con los que se trabajan las competencias laborales para mejorar su empleabilidad, y a la vez se les forma en cuestiones como las nuevas tecnologías o los hábitos de vida saludable. Los alumnos de este programa de 320 horas cuentan, además, con un asistente persona que también es una persona con algún trastorno mental, lo que, además de facilitar la formación de cara a la inserción laboral, ha permitido crear cuatro puestos de trabajo.

La ponencia inaugural de las jornadas corrió a cargo del presidente de la Asociación Mundial de Rehabilitación Psicosocial, Ricardo Guinea, que subrayó el cambio de visión en la psiquiatría que ha pasado de considerar los problemas de salud mental como un diagnóstico a verlos como un proyecto de vida. «Estamos inmersos en una nueva revolución de la salud mental en la que los profesionales estamos haciendo una nueva revisión de qué son los trastornos mentales y de los tratamientos farmacológicos intentando encontrar nuevas respuestas entre los diferentes abordajes que se van planteando», subrayó este profesional. Además de las ponencias, las jornadas dejaron también tiempo para el ocio con una experiencia a través del teatro que constituye igualmente una buena práctica en salud mental impulsada por la asociación de Salamanca de la mano de la compañía Entrespejos.

El segundo día de las jornadas, reservado a profesionales de las asociaciones, se abordó el tema de la violencia en las relaciones íntimas con una ponencia del profesor de la facultad de Psicología de la Universidad de Salamanca, José Navarro Góngora. Este tema se incluyó ante la constatación de que en las mujeres con problemas de salud mental tienen una mayor incidencia los casos de violencia machista y en el ámbito familiar. De hecho, un estudio de la federación revela que entre el 70 y el 80 por ciento de las usuarias de los programas de las asociaciones reconoció haber sufrido alguna situación de violencia o en el ámbito familiar o en el de relaciones de pareja, bien fuera física, psicológica o sexual. En la actualidad, la Federación Salud Mental Castilla y León trabaja con un colectivo que engloba a 27.000 personas de la comunidad que tienen reconocida una discapacidad por algún tipo de trastorno mental, lo que la convierte en la segunda causa más frecuente de discapacidad.

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