Aprobada una partida de 37.000 euros para erradicar el camalote del Tajo en Talavera

Esta es una planta acuática invasora que hace que disminuya significativamente el oxígeno y causa la muerte de plantas y peces

Ejemplares de camalote o jacinto de agua, la planta acuática invasora que ha llegado al río Tajo
Mariano Cebrián

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La «eichhornia crassipes» , llamada comúnmente jacinto de agua, flor de bora, aguapey, lechuguín, tarope, tarulla, reyna o camalote, según el país, es una planta acuática invasora originaria de las aguas dulces de las regiones cálidas de América del Sur, en las cuencas del río Amazonas y del Plata.

La detección ciudadana permitió ya en agosto a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) proceder a la identificación y retirada de varios ejemplares de camalote en el Tajo a su paso por la ciudad de Talavera de la Reina. Sin embargo, este martes, el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado una partida de 37.000 euros para erradicar esta planta invasora de un tramo del río que va desde la Ciudad de la Cerámica hasta el embalse de Azután.

Quien ha informado de esta medida es el consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, quien ha explicado que «la finalidad de esta medida es preservar la naturaleza del río Tajo, además de contribuir al mantenimiento de su caudal ecológico» . En concreto, el Gobierno regional ha declarado la emergencia de estas actuaciones y, en consecuencia, la ejecución de los trabajos de control y eliminación del camalote. Por otro lado, también ha emitido una orden a la empresa pública Geacam para que realice los trabajos de extracción y retirada de esta planta invasora del río Tajo con apoyo de embarcación, lo que implica que se colocarán barreras y se recogerán con lanchas.

Los objetivos de este proyecto están dirigidos a evitar que el camalote ese expanda masivamente por la ribera del Tajo. Entre las medidas de prevención se encuentran la detección temprana mediante la vigilancia periódica de ríos y humedales para detener precozmente los focos y una intervención rápida mediante extracción manual de la planta. «El control de su población es muy costoso una vez que se ha establecido, por lo que la prevención resulta clave para aminorar los impactos ambientales que causa el camalote», ha puntualizado Escudero.

La creciente propagación del camalote, considerada como una de las plantas acuáticas más invasoras del mundo, ha causado una honda repercusión social por el perjuicio ambiental que causa al ecosistema del Tajo. En concreto, hace que disminuya significativamente el oxígeno y causa la muerte de plantas y peces.

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