Colombo abre la puerta grande con tres orejas

El presidente de la plaza de toros de Villaseca de la Sagra negó un apéndice a Carretero pese a una petición mayoritaria

Colombo, en un sentido y relajado derechazo José Luis Cárdenas

SALVADOR RUIZ

Con tres cuartos de entrada, el colombiano Colombo salió a hombros, este jueves, de la plaza de toros de Villaseca de la Sagra al concluir la tercera novillada del certamen Alfarero de Oro. Le correspondió los dos mejores ejemplares de la novillada, excelentemente presentada, que llevó El Ventorrillo hasta este pueblo toledano de casi 2.000 habitantes.

Colombo, firme candidato a ser el triunfador del concurso, recibió a su primero con verónicas y chicuelinas, que fueron aplaudidas. Luego se lució en tres pares de banderillas y, con la muleta, realizó una faena con ambas manos, con buenos muletazos, aunque un poco al hilo del pitón. Ejecutó una buena estocada, pero salió trompicado. Cortó la primera hora de la tarde.

En el cuarto, volvió a lucirse al torear por verónicas y chicuelinas y de frente por detrás. Realizó un gran tercio de banderillas. Su labor con la muleta tuvo derechazos y naturales de calidad, con buenos pases de pecho y adornos. Una gran estocada y le concedieron dos orejas.

El colombiano, en un poderoso par de banderillas José Luis Cárdenas

Diego Carretero , el torero de Hellín (Albacete), recibió su primero con buenas verónicas, rematadas con una excelente media. Su labor muleteril tuvo templados derechazos y naturales ante un novillo poco codicioso. Un pinchazo y una estocada entera. Hubo petición de oreja, que el presidente no concedió pese a ser mayoritaria. No obstante, Carretero dio una vuelta al ruedo.

En el quinto, volvió a lucirse con el capote en verónicas y chicuelinas. El novillo, después de dos varas, se puso peligroso y reacio a entrar en la muleta. Carretero hizo lo que tenía que hacer: una faena de aliño, que remató con un pinchazo y una caída, con lo que el diestro logró alivisarse. A pesar de ello, recibió algunos aplausos.

Estocada hasta la bola

El primer novillo que correspondió al francés Andy Younees recibió una mala lidia antes de entrar al caballo. Llegó a la muleta pegando tornillazos y con peligro. Aunque el de Arlés lo intentó, no logró lucirse. Un pinchazo y una estocada delante y caída. Silencio.

En el toro de la jota, toreó variado con el capote. En el último tercio, el novillo llegó quedado aunque el diestro, con tesón, logró con series de naturales y un redondo de espaldas por la derecha. Lo remató con buenos pases de pecho. Estocada hasta la bola, si bien un pelín desprendida. El novillo tardó en doblar, por lo que Younees escuchó dos recados (avisos). Debido a esto perdió una oreja.

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