Héctor Carretero, el todoterreno de Madrigueras

Acaba de terminar su primer Giro de Italia, donde su trabajo «sobresaliente» ha servido para que que su compañero Richard Carapaz ganara la carrera

Carretero, durante la novena etapa del Giro de Italia Movistar Team
Juan Antonio Pérez

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Hace no tanto, un ciclista ecuatoriano, bajito y menudo, y un manchego, bastante alto para lo que suelen ser los ciclistas, recorrían las carreteras españolas buscando una oportunidad para dar el salto a profesionales. Los dos vestían el maillot del Lizarte, un conjunto aficionado asociado al Movistar Team ; y los dos vieron recompensado su buen hacer cuando el gran patrón, Eusebio Unzué , les ofreció un contrato y un puesto en el gran equipo español de las últimas décadas.

Ahora los dos han devuelto la confianza con creces: el ecuatoriano es Richard Carapaz, reciente ganador del Giro de Italia; y el manchego, Héctor Carretero, uno de sus principales gregarios .

Nacido en Madrigueras (Albacete), hace 24 años, Carretero anda estos días por su pueblo, recuperándose del tremendo esfuerzo que supone la principal carrera italiana. Los fríos números atestiguan que en la clasificación general ha ocupado el puesto 88, a 3 horas, 33 minutos y 45 segundos del líder, su compañero Carapaz. Sin embargo, sin su trabajo, es más que probable que el ecuatoriano no hubiese subido a lo más alto del podio.

«Sobresaliente, por no decir matrícula, en su primera Gran Vuelta. Salto de nivel importantísimo para el manchego, capaz de pasar con los mejores la montaña y ser clave para el grupo en etapas como la del Mortirolo. Enorme porvenir», dicen en el Movistar Team de Carretero.

«Como era la primera gran vuelta, todo era nuevo para mí. Yo tenía miedo a la tercera semana, pero pude rendir igual que en las dos primeras, así que perfecto», cuenta el vecino más ilustre de Madrigueras a ABC.

El ciclismo es un deporte de puro sacrificio. No solo físico. Normalmente, siete de los ocho corredores que componen un equipo hacen todo lo posible por arropar a su líder para que este remate la faena. En este último Giro, el líder de Movistar era el vasco Mikel Landa, pero la carretera demostró pronto que el más fuerte era Carapaz. Así que el resto, incluido Landa, se pusieron a su servicio para que el ecuatoriano ganara la carrera.

A que el plan saliera «perfecto» ayudaron el italiano Vincenzo Nibali y el esloveno Primoz Roglic, los dos grandes rivales de Carapaz, más pendientes de vigilarse entre ellos. Craso error. «Richard cogió el liderato el sábado de la segunda semana y, a partir de ahí, intentamos defenderlo», cuenta Carretero con sencillez. Se le olvida decir que, por el camino, el Movistar ganó la clasificación por equipos. Por cierto, entre los portadores del maillot azul en el Giro también han estado el costarricense Andrey Amador y el catalán Antonio Pedrero, otros dos reclutados desde el Lizarte.

Carretero vive su tercera temporada como ciclista profesional. En su año de estreno disputó casi todas las grandes carreras de un día. Por ejemplo, estuvo en cuatro de los cinco monumentos (la Milán-San Remo, el Tour de Flandes, la París-Roubaix y el Giro de Lombardía). Solo le faltó la Lieja-Bastoña-Lieja. El año pasado fue undécimo en la contrarreloj del campeonato de España y, este año, lo ya mencionado: se ha estrenado en una gran vuelta.

Por su altura (1,83 metros), y con estos precedentes, se podría pensar que le van más las pruebas de un día que las de tres semanas. Carretero lo niega: «Me tachan de rodador, pero en absoluto soy un rodador nato, pero tampoco un escalador . Peso 67 kilos. Digamos que soy un todoterreno, que puede ir bien en las carreras rompepiernas y también en las pruebas largas».

«Un Alejandro Valverde en miniatura, más o menos», añade riéndose, sabedor de que la comparación con su compañero de equipo, campeón del mundo, es casi un sacrilegio. «Es un ciclista todavía por desarrollar al que su morfología le permite pasar con solvencia la media montaña», añaden en el Movistar sobre el manchego.

Carretero ya acumula 55 días de competición y 7.800 kilómetros. Mucha tralla a estas alturas de año. Por eso la segunda parte de la temporada será suave. Sus próximas carreras son la Vuelta a Suiza y el campeonato de España.

Este curso termina contrato con el Movistar, donde quiere continuar: «Me gustaría seguir creciendo y aprovechar oportunidades. Me gusta trabajar, aunque tengo ambiciones».

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