Raquel Dengra: una medalla por salvar la vida a su vecino del cuarto

El ministro del Interior impone a la enfermera toledana una condecoración al Mérito de Protección Civil

El ministro Fernando Grande-Marlaska y Raquel Dengra, esta mañana, tras la imposición de la medalla ABC

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El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska , ha impuesto este lunes a la enfermera toledana Raquel Dengra Torres la medalla al Mérito de Protección Civil, en su categoría de bronce y con distintivo azul, por ayudar a resucitar a un hombre que se había desplomado en una calle de Madrid, y que luego resultó ser un vecino de su edificio.

Raquel ha sido una de los 53 condecorados con las medallas al Mérito de Protección Civil 2018, en un acto celebrado en Madrid, en la sede de la Escuela Nacional de Protección Civil (ENPC).

En la capital de España fue también la intervención providencial por la que Raquel ha sido reconocida. Ocurrió el 26 de abril de 2017, cuando todavía era estudiante, en la glorieta de Cuatro Caminos. Sobre las 19.15, un hombre de 70 años se desplomó en el suelo. Raquel le vio desmayado y se acercó corriendo. Como el hombre no tenía pulso y respiraba agonizando, la estudiante comenzó a realizarle el masaje cardíaco.

A Raquel no le importó que el hombre tuviera sangre en la boca y tampoco se acordó de que ella todavía tenía muy recientes los puntos de sutura de una intervención quirúrgica seria que le habían practicado dos semanas antes. La adrenalina era más fuerte.

Minutos más tarde, un médico, una enfermera y un técnico que viajaban en una ambulancia acudieron a la urgencia. Un policía se sumó a la reanimación y Raquel lo relevó. La estudiante incluso llegó a participar en la intubación del paciente, que recuperó el pulso felizmente. «Ayudé como una más. Cuando vino la ambulancia, en ningún momento me sacaron del equipo. Me pidieron que siguiera con el masaje cardíaco. Confiaron en mí, fui una más», recordaba entusiasmada cuando ABC contó su historia .

Raquel se marchó a casa en estado de «shock». Al día siguiente, el portero de su edificio, al que le había contado lo que vivió cien metros más abajo, le envió un mensaje de WhatsApp: el hombre al que había salvado la vida era Gustavo, un vecino del cuarto.

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