Juzgados catorce hombres por cultivar plantaciones de marihuana en la comarca de Talavera

Trece de ellos se han conformado con penas de entre un año y seis meses de prisión a 6 meses, y multas desde 66.000 a 133 euros

Solo uno de los procesados, para quien la fiscalía pide seis años de cárcel, ha rechazado el acuerdo porque «soy totalmente inocente»

Los catorce acusados, antes de comenzar la vista oral este martes A. Pérez Herrera

Esta funcionalidad es sólo para registrados

A bote pronto, en la Audiencia Provincial de Toledo no se recuerda en muchos años un juicio con tantos procesados como el que se ha celebrado este martes en la Sección Primera. Quizá, habría que remontarse a octubre de 2001, cuando veintiuna de personas de Santa Cruz de la Zarza se sentaron en banquillos de esa misma sala acusados de tener relaciones sexuales con una menor de 12 años con una inteligencia límite. Todos eran hombres menos una mujer, la madre de la denunciante, que luego retiró la acusación contra su progenitora.

Este martes han sido catorce encartados, todos hombres, los que se han sentado en tres bancos por el cultivo de plantaciones de marihuana en la comarca de Talavera de la Reina durante 2015. La Policía Nacional los detuvo entre abril y junio de aquel año como presuntos miembros de una misma banda criminal dedicada al tráfico de drogas, manipulación y distribución, que operaba desde hacía al menos cinco meses. Cuatro de ellos eran los cabecillas y fueron requisadas más de 1.500 plantas de marihuana, que sumaron unos 360 kilos y un valor en el mercado cercano a los 60.000 euros, según informaron las autoridades tras los arrestos. Sin embargo, en el juicio celebrado este martes no se les ha acusado de pertenencia a grupo criminal.

Trece de los procesados, para los que la fiscalía pedía en un principio entre cuatro años y medio y dos años y medio de prisión, han aceptado sentencias de conformidad. Gracias a esos acuerdos se les impondrá penas rebajadas que van desde un año y seis meses a seis meses de cárcel, así como deberán abonar el pago de multas que oscilan entre 66.000 y 133 euros.

Doce de ellos han admitido un delito contra la salud pública en la modalidad de sustancias que no causan grave daño, mientras que uno ha aceptado la condena por estar en posesión de 8 gramos de cocaína. A todos se les ha aplicado las atenuantes de dilación (retraso) indebida y el reconocimiento de los hechos.

Solo uno de los catorce inculpados , reincidente en este tipo de delitos, no ha querido ningún acuerdo con el fiscal del caso, Ángel Demetrio de la Cruz, porque «soy totalmente inocente» , según ha manifestado el reo, Jesús, durante el juicio. «No hay una sola prueba de cargo contra él porque los hechos no son ciertos», ha recalcado su abogado, Isaac Gómez, quien ha reconocido que su cliente «no es una virgen pero no ha cometido esos delitos».

Sin embargo, el fiscal sostiene que Jesús participó en los hechos, lo que ha apuntalado con el testimonio en la sala de uno de los policías nacionales que lo detuvo en un piso de Talavera tras varios días sometido a vigilancia. «Es imposible que el acusado no viera el cultivo de 120 plantas de marihuana, ventiladores, transformadores o los equipos eléctricos», ha añadido el representante del ministerio público. «La plantación estaba en una habitación cerrada con llave y yo no vi nada. Soy totalmente inocente», ha dicho el acusado en su descargo durante el uso de la última palabra.

Precisamente Jesús es el único de los encausados que no está en libertad, por lo que ha llegado en un furgón de la Guardia Civil desde prisión, ya que cumple una condena por otra causa. En la puerta de la Audiencia lo esperaban numerosos familiares para saludarlo y darle ánimos antes de sentarse junto con los otros trece reos en tres banquillos de la sala noble de la Audiencia de Toledo.

Los trece acusados que han dado su conformidad, algunos con antecedentes penales ya cancelados, han reconocido su participación en los hechos ante el tribunal, presidido por el magistrado Rafael Cáncer Loma.

La historia se remonta a diciembre de 2014,cuando la Policía Nacional tuvo conocimiento de un grupo de personas con antecedentes por tráfico de drogas que operaba en la zona. Tras casi cuatro meses de pesquisas, los investigadores realizaron un primer registro el 4 de abril en una vivienda de Alcaudete de la Jara (a 25 kilómetros de Talavera), donde detuvieron a cinco hombres por el cultivo de 250 plantas de marihuana.

Las indagaciones condujeron luego a los agentes a una finca de Gamonal y a viviendas de la urbanización «El Gran Chaparral» de Pepino y de Talavera, ciudad en la que realizaron el último registro el 17 de junio de 2015. Detuvieron a otros nueve hombres. En uno de esos registros, practicado el 4 de mayo de ese año en la calle Santa María de la Ciudad de la Cerámica, los policías llegaron a encontrar cultivos en tres pisos de un mismo bloque de viviendas.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación