Cristina Romero, radióloga y jefa de la Unidad Mamaria de Toledo
Cristina Romero, radióloga y jefa de la Unidad Mamaria de Toledo - Ana Pérez Herrera

Cristina Romero: «Hoy el cáncer de mama es alta costura, no ‘prêt-à-porter’»

En el Día Mundial del Cáncer de Mama, ABC ha entrevistado a la coordinadora de la Unidad de Patología Mamaria de Toledo

Toledo Actualizado: Guardar
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Ya no es necesario irse a Madrid o a Houston (Estados Unidos)para conocer en un solo día un diagnóstico certero sobre el cáncer de mama, una patología que conoce muy bien la radióloga Cristina Romero, responsable de la Unidad de Diagnóstico Multidisciplar de la Mujer del centro médico Enova de Toledo y jefa de la Unidad de Patología Mamaria del Servicio de Radiodiagnóstico del hospital Virgen de la Salud. Su filosofía es trabajar con los mejores medios y profesionales para ahorrar tiempo y, sobre todo, sufrimiento a las pacientes a las que se les detecta este tumor, el más común en la mujer occidental y del que este miércoles se celebra el Día Mundial.

—En épocas anteriores el cáncer de mama, como cualquier otro cáncer, tenía un difícil diagnóstico.

¿Es ahora más fácil?

—Esta es una lucha sin cuartel, pero evidentemente los avances tecnológicos ayudan. De la misma manera que no cambiaríamos nuestros teléfonos móviles actuales, que son miniordenadores, por los que llevamos hace seis años, tampoco vamos a volver al pasado en el estudio del cáncer. Ha habido un gran cambio tanto por la digitalización de la imagen como por la nueva generación de la radiografía 3D, que es la tomosíntesis, que permite reconstruir la imagen, ya que la mama no es un plano sino un volumen. Esto nos permite ver cortes de un milímetro de espesor de la mama y evita la superposición de la imagen para un mejor diagnóstico de cáncer.

—¿Y qué consecuencias prácticas tienen las nuevas tecnologías?

—Ha aumentado mucho más la especificidad, es decir, caracterizamos mucho más cada lesión con más tiempo de antelación. Además, hemos comprobado que existe una disminución del tamaño tumoral en las mujeres asintomáticas que vienen por cribado y, gracias a ello, reducimos el tratamiento, ya sea con quimioterapia o cirugía. Afortunadamente, hemos avanzado muchísimo y, aunque el cáncer de mama es curable, su tratamiento es muy duro e invalida a la mujer que lo sufre durante un año para poder trabajar y hacer una vida normal. Por lo tanto, todo lo que sea disminuir los tiempos y la agresividad, bienvenido sea.

—El pasado febrero presentó un estudio sobre la incidencia del cáncer de mama en Castilla-La Mancha. ¿Cuáles son sus principales conclusiones?

—Castilla-La Mancha es de las pocas comunidades autónomas que tiene fijadas las campañas poblacionales en 45 años, en lugar de en 50. Esto demuestra que, a pesar de los recortes, se ha hecho un gran esfuerzo. Yo estoy haciendo una monitorización especial entre mujeres jóvenes para el seguimiento del cáncer de mama. Con mi estudio, lo que he podido comprobar es que hay un aumento de la incidencia en el segmento de mujeres que van de los 45 a los 55 años. Además, hemos visto que se están cogiendo los tumores cada vez más pequeños, disminuyendo así la quimioterapia y los días de estancia hospitalaria en un 32%, ya que la cirujía es menor en la mayoría de los casos. Y, lo más importante de todo, la mortalidad por cáncer de mama ha disminuido en un 15% en el área sanitaria de Toledo.

—Aun así, ¿es cierto que ahora se diagnostican más casos?

—Sí, se puede hablar de que hay un cierto aumento de la incidencia del cáncer de mama.

—¿Y a qué se debe este aumento?

—Si yo supiera la causa, ya me habrían dado el Premio Nobel, y lanzar cualquier hipótesis es muy arriesgado. Pero lo que sí es cierto es que las cosas están cambiando. Antes las mujeres más jóvenes con cáncer de mama tenían 50 años y ahora, cada vez más, hay más casos de chicas con 40 años o menos. Con mucha prudencia he de decirlo, pero sí que existe una tendencia al alza, aunque para sacar conclusiones hay que hacer un análisis a largo plazo.

Angelina Jolie y el gen BRCA1

—El caso de Angelina Jolie ha ayudado a identificar el gen BRCA1 como uno de los causantes de cáncer de mama. ¿Qué base científica tiene este hallazgo?

—Se ha podido demostrar que tanto el gen BRCA1 como el BRCA2 están relacionados con un aumento del riesgo de padecer cáncer de mama. Es por ello que todas las unidades mamarias tenemos en cuenta estos marcadores en los casos de carcinomas de mujeres jóvenes para hacer un seguimiento a los individuos femeninos de su familia. El caso tan mediático de Angelina Jolie ayudó, pero también tuvo sus consecuencias negativas debido a la falta de información veraz y autorizada, ya que muchas mujeres, al sufrir la enfermedad, decidieron quitarse las mamas como ella. Una mastectomía doble no es una cosa de gusto ni elimina el riesgo de que se reproduzca al cien por cien. Por eso, no se puede banalizar con este asunto.

—¿Cuándo es más recomendable la mastectomía y cuándo un tratamiento más conservador?

—Depende principalmente del tamaño tumoral, pero también de otros factores. Por ejemplo, de si hay lesiones o no en el resto de la mama o del tamaño de la mama. Con todo, el mensaje que hay que lanzar es que hoy el cáncer de mama es alta costura, no «prêt-à-porter». Yo les insisto a mis pacientes diciéndoles que detrás de cada una de ellas hay un equipo multidisciplinar, incluido el cirujano que, una vez analizado su caso, le va a aconsejar la mejor opción. En ese grupo de profesionales todos opinamos y decidimos un tratamiento y una solución individualizada para cada caso. Por eso, el éxito de todo lo que hemos conseguido en Castilla-La Mancha y en Toledo, que es donde yo trabajo, es fruto de este trabajo en equipo.

—Usted tendrá que ejercer también de psicóloga en muchas ocasiones. ¿Qué diría a una mujer a la que acaban de detectar un cáncer de mama?

—Sin mentirla, porque no se puede insultar a la inteligencia de las personas, y menos con la información que hay hoy en día, no se puede banalizar y decir que el cáncer de mama no es nada. Esta es precisamente una de las asignaturas pendientes de la profesión médica, el saber transmitir las cosas al paciente. Pero, sabiendo que esta enfermedad supone una situación importante y seria, la buena noticia es que es curable y que está absolutamente controlada en la mayoría de los casos. Por lo tanto, hay que tener esperanza porque la ciencia nos favorece, más teniendo en cuenta que las enfermas de cáncer de mama sociabilizan su enfermedad y piensan más en su familia y conocidos que en ellas mismas.

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