Podemos-Page: el cuento de Caperucita y el lobo

Un acuerdo de investidura pero no de gobierno ha definido el primer año de gestión socialista en Castilla-La Mancha

Toledo Actualizado: Guardar
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Un acuerdo de investidura pero no de gobierno ha definido el primer año de gestión socialista en Castilla-La Mancha con el apoyo de Podemos, única vía para arrebatar el gobierno del región a María Dolores de Cospedal. Ese acuerdo, firmado en un acta notarial, es el que ahora, según Podemos, salta por los aires ante el supuesto incumplimiento de su contenido por parte del gobierno que preside Emiliano García-Page.

En cierta manera, la ruptura anunciada hoy mismo asemeja al cuento de Caperucita y el lobo. El Partido Socialista ha gobernado en solitario y aplicando sus propias recetas, basadas en multitud de anuncios cuyo cumplimiento está por ver. Mientras, el papel de Podemos no ha tenido la relevancia que era de esperar.

Eso ha provocado, seguramente por presiones internas, que se viera obligado a lanzar advertencias y amenazas por el incumplimiento de los acuerdos. Unas amenazas que nunca llegaban a concretarse.

La renta básica garantizada para las personas necesitadas apunta a que es el caballo de batalla que enfrenta a ambas formaciones. En el PSOE entienden que ese objetivo es imposible de cumplir presupuestariamente de forma ilimitada, aparte de que podría provocar un efecto llamada.

Este asunto y otros de índole interna en Podemos han provocado que este lunes, al menos aparentemente, sí que venga el lobo y se transforme en forma de ruptura tras un tiempo en el que el PSOE de Page ha aplicado su forma de gobierno con total libertad.

Tampoco pasa desapercibido que el anuncio se produzca después de la crisis interna en Podemos, que afloró la semana pasada tras la petición de primarias en la organización ante la sumisión al Ejecutivo de Page. Este hecho puede explicar la salida hoy en tromba del secretario general en la región de la formación morada, José García Molina, anunciando el fin del acuerdo. Puede ser la manera más urgente de acallar las voces de discrepantes. Pero en realidad lo que haya de cierto y real en esta ruptura está por ver.

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