José Francisco Roldán

Penas más largas, menos delitos

Cuanto más tiempo permanezcan los delincuentes profesionales en prisión, menos delitos cometerán

Sergio Rodríguez

Los profesionales del delito consideran la prisión un periodo vacacional. Cuando son detenidos recurren a sus asesores, que cobran muy bien, para buscar resquicios formales que les permitan evitar la condena o salir pronto del atolladero. Esos abogados defensores, en el ejercicio de su función legal, pretenderán que esquiven la prisión preventiva. Es como dejarlos seguir robando hasta la citación para el juicio; así se auspicia una trepidante actividad delictiva donde numerosas personas se verán esquilmadas o agredidas

Cuando el proceso los arrastra, en el momento propicio, intentarán reducir pena con distintas alternativas, entre las que se ha puesto de moda la atenuante de confesión . Un trato que permite la rebaja. La ley estira el concepto del arrepentimiento espontáneo y añade otros requisitos para admitir esta novedad. No es lógico entender que un acusado confiese y sea agraciado con una atenuante cuando la condena es inminente. Pero ahí van los datos para reconocer la ventaja: ser culpable, confesar el delito verazmente, mantenerse a lo largo del proceso, hacerlo ante la autoridad, sus agentes o funcionario cualificado, previo a conocer que el proceso va contra él .

Como regalo añadido, se acepta, por analogía, que ese acusado reconozca los hechos y se autoinculpe en cualquier momento. Deja de ser imprescindible que lo haga antes de conocer que es perseguido. Una oferta por admitir lo evidente. Habría que añadir el resarcimiento de los daños, dar satisfacción a las demandas de sus víctimas y colaborar con la investigación para esclarecer ese y otros delitos que conociera. Con esa interpretación, los abogados defensores recurren a la resta en las condenas. No queda claro que los culpables satisfagan a las víctimas o colaboren en la investigación siempre.

La ley espera lentamente. Se puede engañar dilatando el procedimiento. La aglomeración de causas retrasa la acción eficaz de una administración de justicia colapsada. Hay quien opina que existe algún interés para que la Justicia no tenga recursos suficientes. Las carencias impiden desarrollar tan imprescindible función con la eficiencia y eficacia que un estado de derecho merece.

Los ciudadanos, y hay gravísimos ejemplos cada día, reclaman reformas legales para procurar que los delincuentes profesionales esperen en prisión la fecha del juicio; de ese modo no cometen delitos y, seguro, acuden a la cita.

José Francisco Roldán Pastor , comisario jubilado del Cuerpo Nacional de Policía

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación