El acusado de maltratar a su pareja lo niega: «Mis padres no me educaron así»

La denunciante mantiene sus cargos: «Era horrible ver a una persona que no para de pegarte»

Palacio de Justicia de Ciudad Real ABC

EFE, ABC

El acusado de los delitos de maltrato habitual y de lesiones y un delito de aborto hacia su compañera sentimental, para el que la fiscalía pide 18 años de prisión , negó este martes los hechos en la vista oral que se sigue en la Audiencia Provincial de Ciudad Real , donde la denunciante mantiene los cargos contra su expareja.

En el juicio, el acusado —J. M. M. C. N. A.— negó que, durante el año y medio de relación que mantuvieron desde septiembre de 2011 en Pozuelo (Madrid) y en Torralba de Calatrava (Ciudad Real), pegara y amenazara a su compañera, ni que la obligara a abortar cuando ésta se quedó embarazada supuestamente de un hijo suyo, tal y como mantienen la fiscalía y la acusación particular.

Reconoció ante la sala que ambos tenían discusiones, como todas las parejas, pero señaló que sus padres no le educaron así y que, por lo tanto, no podría comportarse tal y como aseguran las acusaciones. «Me crié con una familia estructurada y esas palabras nunca saldrían de mi boca» , afirmó el procesado, al tiempo que mantuvo que, en ningún caso, pegó a su compañera sentimental.

En el relato de los hechos, la denunciante sí sostuvo que era agredida por su expareja, a la que, aunque ella le pedía que parara de pegarla, «él siempre seguía haciéndolo».

«Era una sensación horrible ver a una persona que te está atacando y no para de pegarte» , aseguró en el contexto de un relato estremecedor la mujer, quien agregó que, «todos los días, su dedicación era levantarse y decirme que era un puto mono, que no podría ser madre y que no merecía tener hijos».

Además, recordó que también la amenazaba diciéndole que tuviera cuidado cuando fuera a la clínica en la que iba a abortar con lo que decía, «porque si hablaba iría a por mí y mi familia», dijo la denunciante. Y apostilló que su ex pareja llegó a decirle que, si tenía a su hijo, finalmente «ese bastardo moriría», al igual que ella.

La fiscalía considera que el acusado maltrataba a la víctima metiéndole la cabeza en el agua, rociándola con gasolina, poniéndole bolsas de plástico en la cabeza hasta que casi llegaba a perder el conocimiento o se caía al suelo por la falta de oxígeno, o poniéndole un cuchillo en la garganta.

El procesado también la pegaba por no obedecerle, le tiraba a su perro, la emborrachaba o dejaba sin comer para que ella accediera a sus peticiones, le quemaba sus vestidos favoritos o la obligaba a desnudarse en cualquier dependencia de la casa y a mantener relaciones sexuales, según el ministerio público.

Defensa: hechos no probados

Al inicio del juicio, la acusación particular aumentó la petición de pena de cárcel a 26 años para el encartado, por un delito de lesiones graves con secuelas psicológicas, a la que suma la pena máxima por el aborto.

Por su parte, la defensa pidió la libre absolución de su patrocinado por considerar que los hechos denunciados no han sido probados.

Está previsto que el juicio continúe este miércoles, en la Audiencia Provincial, con la declaración de más testigos y la presentación de las pruebas periciales.

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