El Rey con la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez; el director general de la OIT, Guy Ryder, y los secretarios generales de UGT, Pepe Álvarez, y CCOO, Ignacio Fernández Toxo, en el Palacio de Zurbano
El Rey con la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez; el director general de la OIT, Guy Ryder, y los secretarios generales de UGT, Pepe Álvarez, y CCOO, Ignacio Fernández Toxo, en el Palacio de Zurbano - EFE

El Rey pide «un diálogo social constructivo» para «lograr un empleo decente y digno»

Don Felipe recuerda que «la justicia social es esencial para lograr una verdadera paz universal y permanente»

Madrid Actualizado: Guardar
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El Rey ha reclamado este martes un «diálogo social constructivo» entre «trabajadores, empleadores y gobiernos», que «mire siempre por el bien común y el interés general, con la vista puesta especialmente en los más vulnerables», que favorezca «una competencia acorde con las mejoras en derechos y condiciones laborales» y que permita «lograr un empleo decente y digno». Porque, ha recordado, «la justicia social es esencial para lograr una verdadera paz universal y permanente».

Don Felipe ha hecho estas afirmaciones en la inauguración de la Conferencia Nacional «El Futuro del Trabajo que queremos», celebrada en el Palacio de Zurbano. Se trata de una iniciativa de la Organización Internacional del Trabajo para buscar respuestas consensuadas ante los retos a los que se enfrenta el mercado laboral mundial.

La iniciativa empieza con conferencias nacionales, como la que hoy se ha celebrado en Madrid, cuyos resultados serán presentados en 2019 coincidiendo con el centenario de la OIT.

El Rey animó a los responsables de esta iniciativa «tan acertada y pertinente» que «muestra la firme determinación de caminar juntos por una senda que garantice el crecimiento, el empleo y los derechos de los trabajadores». En su intervención, Don Felipe destacó tres cuestiones que marcan el actual contexto complejo: la crisis económica, que «ha afectado gravemente al bienestar de millones de ciudadanos, concretamente a miles de jóvenes»; la globalización, que exige «medidas que favorezcan una competencia acorde con las mejoras en derechos y condiciones laborales», y la revolución tecnológica, que «conlleva prescincir de, cada vez, más recursos humanos», aunque «surjan otras ocupaciones inimaginables».

Para hacer frente a «muchos de los retos e incertidumbres», el Rey defendió «una buena formación, unas buenas aptitudes y habilidades, junto a otra mentalidad».

El director general de la OIT, Guy Ryder, anunció que es necesario crear al menos 600 millones de puestos de trabajo nuevos en el mundo, en el que hay 200 millones de desempleados y cada año se incorporan al mercado de trabajo 40 millones de jóvenes. Aunque consideró «relevante» la recuperación económica en España, advirtió sobre el «desempleo persistente» y la calidad «preocupante» del empleo y la «desigualdad».

«Afrontamos nuevas ideas, conceptos y desafíos en el mundo del trabajo y en su gobernanza -afirmó-. El mercado de trabajo de 2017 es muy diferente al de décadas pasadas, pero no podemos caer en el miedo a que la tecnología suponga el fin del trabajo, a que los cambios demográficos hagan imposible la Seguridad Social, o a que sea imposible acabar con la desigualdad».

En su opinión, «la transformación esta llena de posibilidades para fomentar el crecimiento económico, la creación de empleo y la resolución de los problemas sociales».

Ryder indicó que 160 Estados miembros de la OIT ya han acogido conferencias como la que este martes se ha celebrado en Madrid, que están estructuradas en cuatro conversaciones: lugar del trabajo en la sociedad, empleo decente para todos, su organización y producción, y su gobernanza.

El director de la OIT, considera que «el trabajo está en una encrucijada» porque los efectos de crisis recientes se suman a «situaciones intolerables» como el trabajo infantil y esclavitud. No obstante, advirtió que «nuestro destino no está escrito en la estrellas. También depende de nosotros, de las políticas que pongamos en práctica y de medidas para amortiguar el impacto de las transformaciones», agregó Ryder.

La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, aplaudió la iniciativa de la OIT porque supone un diálogo abierto entre empleadores, trabajadores y Gobierno «desde el optimismo» aunque «sabemos que tenemos muchos desafíos y retos por delante». «Esta iniciativa nace del consenso para construir consensos y para sumar», afirmó. «Nuestro país quiere construir ese futuro del empleo con más empleo y mejor empleo y fortalecer el estado del bienestar».