Don Felipe, en su despacho con el presidente del Congreso de los Diputados, Patxi López
Don Felipe, en su despacho con el presidente del Congreso de los Diputados, Patxi López - CASA DEL REY

El Rey aprovechará el respiro de 37 días, hasta la campaña, para recuperar la actividad habitual

Don Felipe y Doña Letizia planean hacer a mediados de mes la ruta de Don Quijote

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El Rey ya se ha acostumbrado a reinar con un Gobierno en funciones. De hecho, cuando cumpla dos años de su proclamación, el próximo 19 de junio, el 25 por ciento de su Reinado habrá transcurrido con un Ejecutivo interino. De momento, lleva más de cuatro meses en estas circunstancias y le quedan, en el mejor de los casos, cerca de otros tres meses, aunque pueden ser más.

Hasta ahora, reinar bajo un Gobierno en funciones ha supuesto que el Rey asistiera a menos actos oficiales rutinarios pero que asumiera otros mucho más trascendentales, como proponer al candidato a presidente del Gobierno o convocar nuevas elecciones. En definitiva, menos actividad pero más importante.

Asimismo, Don Felipe vivía con una agenda provisionalmente bloqueada, a la espera de que los políticos llegaran a acuerdos que aconsejaran convocar rondas de consulta para proponer candidatos a la presidencia del Gobierno.

La prioridad era, y lo volverá a ser tras las elecciones del 26-J, que España se dote de gobierno.

También ha habido en este tiempo muchas horas de trabajo oculto en La Zarzuela, de reuniones del Rey con su círculo próximo de colaboradores en las que se ha estudiado con detalle cada uno de los pasos que debía dar Don Felipe en unas circunstancias sin precedentes en España. El Rey tenía que marcar el paso, la forma y el fondo de un proceso inédito, siguiendo al pie de la letra su libro de cabecera, la Constitución, e ignorando las presiones partidistas. Lo que se ha hecho tras las elecciones del 20-D marcará el camino después del 26-J.

En tierras de Cervantes

A partir de ahora, tras disolver las Cortes, poner fin a la legislatura más corta de la democracia (111 días) y convocar nuevas elecciones, Don Felipe dispondrá de un breve respiro de 37 días - hasta que empiece la campaña electoral (10 de junio)- para recuperar el ritmo habitual de actividad.

Serán cinco semanas en las que Don Felipe y Doña Letizia también aprovecharán para asistir a actos en algunas ciudades españolas. Aunque su agenda aún está pendiente de cerrar, uno de los viajes más oxigenantes que Zarzuela está preparando en estos momentos consiste en una visita de los Reyes a las tierras de Don Quijote para conmemorar el cuarto centenario de Miguel de Cervantes. En principio, Don Felipe y Doña Letizia visitarán el 18 de mayo el municipio de Tomelloso (Ciudad Real), con su cooperativa vitivinícola Virgen de las Viñas, que es la más grande de Europa, y Villanueva de los Infantes, que según algunas fuentes sería el «lugar de cuyo nombre» Cervantes no quería acordarse.

De momento, esta misma semana Don Felipe viajará el viernes a Roma para asistir a la entrega del Premio Carlomagno al Papa Francisco, y el lunes 9 se trasladará al Monasterio de Yuste, donde se retiró su antepasado el Emperador a morir. Allí entregará el Premio Carlos V a la profesora Sofía Corradi, popularmente conocida como «mamma Erasmus», por impulsar el programa de becas universitarias.

Aunque en estos momentos la situación política es similar a la anterior, porque el Gobierno sigue en funciones y es éste el que marca el ritmo de funcionamiento de la España oficial, lo que está claro es que, en esta ocasión, Zarzuela ha podido reaccionar con más previsión para organizar los actos de las próximas semanas.