Grisaleña lamenta que la CCE lance teorías que cuestionan la legalidad de invertir en Canarias
Sobre la condonación de deudas a empresarios en el Puerto de Las Palmas afirma que «nos tratan como totorotas» y que «hay mucho miedo» en Gran Canaria para desalambrar el marco fiscal de determinados sectores
El expresidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Sebastián Grisaleña, criticó este fin de semana a su sucesor, Agustín Manrique, por meterse a opinar de política en el acto navideño de confraternidad que cada mes de diciembre celebra esa organización.
Grisaleña dijo, en una entrevista en «Onda Agüimes Onda Libre», que siente «mucha pena» por la CEOE de Las Palmas porque no desarrola una estrategia de cohesión del empresariado y, al mismo tiempo, apunte que es preciso que haya un mayor nivel de respeto a las tesis que defiende la patronal.
«Al hablar así, pensaba que estaba oyendo a un político antes que a un dirigente empresarial», dijo Grisaleña. Afirmó que los empresarios «lo que deben hacer» es cumplir con la norma. Aquí puede escichar la entrevista.
«No se puede presionar a un alcalde en contra de la sociedad», dijo Grisaleña. Expresó su respaldo al alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Auirelio Pérez (PP), por no autorizar operaciones «Lo que pasa es que hay empresarios que están acostumbrados a hacer presiones», afirmó el expresidente de la CCE.
Del nuevo REF de Canarias, dijo que representa «mejorar los mismos que antes se beneficiaban; pero el resto de la sociedad no».
«Totorotas»
Sobre la evolución del turismo en Gran Canaria, expuso que en Tenerife eso no ha ocurrido porque hay «liderazgo» empresarial y que eso no pasa en la CCE. Afirmó que la CEOE de Tenerife «ha hecho sus deberes» porque «Tenerife nos lleva 20 años» y «tiene 1,5 millones de turistas más que Gran Canaria y eso es orque no tuvimos fuerza suficiente y ahí la CCE tiene que hablar esas cosas».
«Nos ganan por diez a cero porque el presidente de la CEOE de Tenerife aglutina y en Gran Canaria es una minoría la que manda», apuntó Grisaleña. «Me da mucha pena porque internamente en mi CCE no opina nadie», aseguró el expresidente de la Patronal de Las Palmas.
«La culpa la tiene nuestra gente por la convivencia entre politicos y empresarios» en la toma de decisiones, dijo Grisaleña. Agregó sobre Manrique que «creo que no es empresario» y esa responsabilidad «no pueder» estar en manos de un «técnico», apostilló Grisaleña. «Se defiende a grupos determinados y no olvidemos que Tenerife es una sociedad estructurada».
«Totorotas»
El expresidente de la CCE de Las Palmas afirmó que la condonación de la deuda a una serie de empresarios portuarios en esta provincia será pagada poir los contribuyentes, a los que la Administración trata como «totorotas». Totorota se define por la Academia Canaria de la Lengua como «una persona, atontada, abobada».
«La deuda de 12 millones va en 24 y hemos pagado en 15 años treinta y tantos. Desde mi punto de vista aquí hay prevaricación. Se recauda y se sigue debiendo para dar bonificaciones a cruceros, transbordos y deudas». Afirmó que se ha puesto en contacto con Puertos del Estado, «que tiene mucha culpa».
«Aquí no hay legalidad por ningún sitio y como hay unos totorotas que siguen pagando, que al final son los ciudadanos», dijo Grisaleña, que apostilló: «Que desaparezca la tarifa especial porque era para eso, para pagar la deuda».
