El «bluff» que quería lanzar satélites desde Canarias

Termina 2018 sin el objetivo de Swiss Space Systems de colocar una inversión de 60 milones de euros en las islas

R.L.P.

Termina el año 2018 y no se ha ejecutado un proyecto lanzado en Canarias en 2013 porque las autoridades suizas han forzado la quiebra a la empresa matriz: Swiss Space Systems. Hace cinco años se presentó un producto turístico que iba a estar bajo el amparo tributario de la Zona Especial Canaria (ZEC): llevar turistas al espacio desde Canarias. La sociedad está en quiebra por presunta mala administración y hay ya otros operadores trabajando en esta línea en Estados Unidos.

La empresa, controlada entonces por un inventor suizo de algo de más de 30 años sin experiencia financiera, quería establecer en el aeropuerto de Gran Canaria una base para lanzar satélites de pequeño tamaño empleando lanzaderas reutilizables acopladas a un Airbus 300, en un proyecto que, además, esperaba desarrollar en las islas el turismo espacial.

La compañía pretendía invertir 200 millones de euros, 60 de ellos en Canarias, en desarrollar un sistema de lanzamiento de satélites de hasta 250 kilos inspirado en el «Hermes», el transbordador reutilizable proyectado en los años ochenta por la Agencia Espacial Europea (ESA), que nunca llegó a utilizarse.

El promotor está acusado en Suiza de presunto blanqueo de capitales

S3 proyectaba construir una minilanzadera con capacidad de poner en órbita en 2018 satélites a un coste cuatro veces inferior al vigente en el mercado, utilizando un avión Airbus 300 para llevar al transbordador a 10 kilómetros de altura en su primera fase de ascensión.

El transbordador que S3 y sus socios tecnológicos planeaban construir sus motores a 10 kilómetros de altitud, tras separarse del Airbus, y ascendería hasta la cota de 80 kilómetros, donde liberaría al satélite para que este continúe su camino hasta una órbita a 700 kilómetros sobre la Tierra propulsado por cohetes.

El SOAR regresaría planeando al aeropuerto de partida, para ser reutilizado, y los cohetes acoplados al satélite se soltarían al final de su trayecto para desintegrarse por completo al regresar a la atmósfera, sin dejar residuo alguno en órbita, según S3.

La famosa tricontinalidad

S3 había elegido Canarias para este proyecto por su posición geográfica, al oeste de Europa y de África. En la presentación de Maspalomas se dijo que las islas se escogían porque «permite tener un acceso privilegiado al espacio a través del Atlántico», con un corredor «absolutamente despejado para los lanzamientos, sin necesidad de sobrevolar zonas pobladas», según explicaba entonces el director de la compañía para España, Augusto Caramagno.

En 2015 la empresa dijo que ese año comenzaría sus operaciones en la islas. En 2016, Swiss Space Systems solicitó retrasar procedimientos de quiebra ya que se esperaban nuevos fondos de un banco de Singapur. El banco no era un banco porque no tenía licencia financiera.

S3 fue fundada en 2012 por Pascal Jaussi, piloto e ingeniero. El 26 de agosto de 2016, Pascal Jaussi aseguró haber sido secuestrado por unos desconocidos que presuntamente los golpearon y bañaron con un líquido inflamable. En enero de 2017, se informó que Jaussi podría haber organizado el ataque para salvar a su empresa en bancarrota.

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