Tribunales

El sabotaje biológico en un hospital de Zaragoza por el que piden 19 años de cárcel

Acusan a una técnico de laboratorio de haber contaminado, con tuberculosis, muestras de sangre de pacientes sanos

El caso se produjo en el «Miguel Servet», uno de los dos mayores hospitales públicos de Aragón S. Camarero

R. P.

Una técnico de laboratorio que trabajaba en uno de los dos mayores hospitales públicos de Aragón , el zaragozano «Miguel Servet», se sienta en el banquillo este martes y miércoles acusada de un sabotaque biológico que mantuvo en vilo durante semanas a las autoridades sanitarias y que, según la Fiscalía, supuso un gravísimo riesgo para la salud colectiva. El juicio se celebra en la Audiencia Provincial de Zaragoza.

La herramienta utilizada en este sabotaque fue el bacilo de la tuberculosis . A esa trabajadora sanitaria, María Pilar V. V. , se le acusa de haber hurtado una muestra de control con bacterias de la tuberculosis, de alta capacidad contagiosa si se liberan. Se trata de muestras utilizadas en los laboratorios para los trabajos especializados de analítica. Han de ser utilizadas en recintos específicamente preparados para ello y siguiendo unos rigurosos protocolos de seguridad .

Sin embargo, según la Fiscalía, esta trabajadora se hizo con dicha muestra del bacilo, lo manipuló al margen de esas normas de seguridad y, de esa forma, puso en grave riesgo la seguridad colectiva, porque pudo haber ocasionado una fuga incontrolada de las bacterias .

Por ello, y por las consecuencias que tuvo su sabotaje directo -al contaminar una quincena de muestras de sangre de pacientes que no tenían la tuberculosis-, la Fiscalía reclama contra ella penas que suman 15 años de prisión .

La Sanidad pública aragonesa también está personada como acusación en este caso, aunque sus peticiones de condena son inferiores a las que plantea la Fiscalía.

Investigación policial y clínica

El sabotaje se detectó en la primavera del año 2016. Las sospechas surgieron ante el número de muestras de sangre que empezaron a dar positivo en el análisis de tuberculosis. Era una cifra anormalmente elevada para lo que viene siendo la media habitual en el laboratorio de este hospital zaragozano.

Ante las sospechas de que pudiera tratarse de una manipulación intencionada, un sabotaje o un fallo grave de los protocolos, se activó un plan especial de vigilancia y control. La indagación puesta en marcha por las propias autoridades sanitarias y por la Policía condujeron a María Pilar V. V., que fue detenida en junio de 2016 y a quien se mantuvo en prisión provisional durante tres meses.

El sabotaje biológico del que se le acusa no infectó a ningún paciente. Se limitó a contaminar muestras de sangre que les habían extraído a una quincena de personas. Se inoculó el bacilo en esas muestras, para que dieran positivo cuando fueran analizadas en el laboratorio. El problema es que eso hizo que cinco miembros de una misma familia -entre ellos dos niñas de solo dos años de edad- fueron sometidos a un tratamiento contra la tuberculosis cuando, en realidad, no tenían la enfermedad. Tras detectarse que todo había sido fruto de un error, consecuencia de un sabotaje, se les suspendió inmediatamente ese tratamiento, al parecer sin que eso tuviera consecuencias graves para su salud.

Las muestras de sangre de otra decena de personas también dio positivo como consecuencia de ese sabotaje, pero en esos casos se detectó con rapidez y no se les llegó a aplicar tratamiento.

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