Ciencia

El paladar de los españoles da un notable a los platos hechos con insectos

Un experimento de la Universidad de Zaragoza confirma que la aversión a comer insectos es solo culpa de la vista

La disposición o aversión a comer insectos tiene una base cultural

D. A.

El paladar de los españoles puntúa con un notable los platos hechos con insectos . Eso sí, siempre que no estén a la vista en el plato, porque cuando se dejan ver la aversión se dispara y la puntuación se hunde. Así lo indica un experimento realizado por la Universidad de Zaragoza, que cuantifica la reacción de los comensales ante la cocina hecha a base de insectos .

El objetivo de esta investigación era medir el grado en el que lo emocional influye en la percepción gastronómica, y hacerlo en el caso concreto de los insectos, frente a los que es de sobra conocido el generalizado reparo de raíz cultural que despierta su consumo en sociedades como la española.

Para cuantificar esta realidad, se ha llevado a cabo una cata bajo control científico, en la que han participado 28 personas, considerasdas como panel de muestreo válido de la población española en general a los efectos de este estudio concreto. Desde la cocina de la Planta Piloto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Facultad de Veterinaria se sirvieron cuatro productos elaborados con insectos -dos aperitivos, una pasta y un postre- y un alimento sin insectos que sirvió de base de comparación. En tres de los platos preparados con insectos, éstos se incluían procesados y no se apreciaban directamente a la vista. En el cuarto plato, los insectos eran fácilmente reconocibles.

Todos esos platos fueron elaborados con idénticos parámetros de calidad, para que no hubiera distorsión a la hora de comparar las opiniones que generaban unos y otros alimentos que se daban a probar.

A la hora de recopilar las puntuaciones se evidenciaron dos circunstncias: que a los comensales les gustó, y bastante, la cocina hecha a base de insectos; y que su reacción es positiva siempre que esos insectos no estén a la vista.

Según este estudio, los platos en los que los insectos estaban ocultos porque habían sido triturados o pulverizados obtuvieron una nota media de 7,6; sin embargo, si están a la vista la puntuación se hunde a 5,9 y, además, después de superar, frecuentemente, una una inicial sensación de rechazo a comer ese producto.

Desde la Universidad de Zaragoza han indicado que cada día son más habituales las referencias a que los insectos se conviertan en la fuente de proteína del futuro . La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) prevé que la población mundial aumente en 2050 hasta alcanzar 9.700 millones de personas, un 30% sobre las cifras de población actual, por lo que dicha organización ha realizado invitaciones a la comunidad científica internacional a explorar el potencial que ofrecen los insectos como fuente de proteína alternativa para la alimentación.

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