Empresas

Opel da un ultimátum de cuatro días para llegar a un acuerdo en Figueruelas

La empresa y los sindicatos retoman la negociación, de la que depende el futuro de más de 8.000 empleos en Aragón

El director general de Opel España, Antonio Cobo (derecha), junto al vicepresidente de Manufacturas de la multinacional, Rémi Girandon EFE | Vídeo: Protesta masiva de los trabajadores de Opel en Zaragoza (ATLAS)

R. Pérez

La dirección de Opel ha dado a los sindicatos de la planta de Figueruelas un ultimátum de cuatro días para llegar a un acuerdo sobre el nuevo convenio laboral de la factoría, acuerdo que pasa por el recorte de costes salariales.

Ambas partes retomaron este viernes las negociaciones . El presidente de Aragón, Javier Lambán , intervino directamente ante el bloqueo de las negociaciones y el anuncio de Opel de deslocalizar actividad industrial a otras plantas de España o del resto del mundo. Eso hizo saltar las alarmas, dado el elevado peso que la fábrica de Figueruelas tiene en la economía aragonsa. Lambán se reunió con los sindicatos y con la dirección de la compañía , primero en sendas reuniones por separado, y luego en otra conjunta.

La intervención del Gobierno aragonés se ha producido ante la gravedad de la situación. Y es que un conflicto en Opel es mucho más que una cuestión interna de una empresa; es una cuestión de interés público al más alto nivel en esta Comunidad autonómica, porque una crisis en Opel extendería sus efectos a las principales magnitudes de la economía de la región, como las cifras de comercio exterior, el empleo o el PIB.

Ahora se busca un acuerdo contrarreloj. La dirección de Opel, bajo las directrices de la multinacional francesa PSA -que el año pasado adquirió la antigua marca de la estodunidense General Motors (GM)-, ha puesto este lunes como fecha tope para alcanzar un acuerdo. De lo contrario -advierte- seguirá adelante con sus planes para llevarse la producción del modelo Corsa a otras fábricas de la multinacional y paralizar inversiones que había previsto para Figueruelas.

Si se consumaran esas deslocalizaciones, se dibujaría un negro futuro para la que, hoy por hoy, no solo es la mayor fábrica de Aragón -con más de 5.000 trabajadores- sino el gran pulmón industrial de la región , ya que de esa planta dependen no menos de 3.000 empleos en fábricas de componentes que dependen en exclusiva o mayoritariamente de lo que le venden a Opel.

Pese a ese ultimátum de cuatro días marcado por la dirección de la compañía -después de dos meses de tensas negociaciones-, tanto la empresa como los sindicatos han decidido reanudar el diálogo con declaraciones mutuas de buena voluntad: la compañía dice estar dispuesta a considerar las exigencias de los sindicatos si aceptan los sacrificios salariales que plantea Opel; y los sindicatos dicen que la plantilla está dispuesta a apretarse el cinturón -como ya lo hizo en varias ocasiones en el pasado- si a cambio la multinacional da garantías de que mantendrá la factoría a pleno rendimiento en el futuro.

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