Más de 50 hectáreas calcinadas en un incendio forestal a las puertas del Pirineo aragonés

Por tierra y por aire se sigue luchando este lunes contra las llamas que afectan a una zona de monte en Torre la Ribera, en la comarca oscense de La Ribagorza . El fuego ha calcinado más de 50 hectáreas . Comenzó con las primeras luces del día del domingo, por causas que aún se tienen que esclarecer por parte de los expertos en incendios forestales. Las autoridades reconocen lo evidente: un incendio forestal en esa zona y en pleno mes de diciembre es totalmente extraño, por inusual.

Fuentes del Gobierno aragonés explicaron que, durante esta pasada noche del domingo al lunes, las condiciones meteorológicas ayudaron a frenar el avance de las llamas. Sin embargo, este lunes amaneció con el incendio activo y con una intensidad que obligó a incorporar más medios de extinción.

El fuego seguía avanzando a primera hora de la mañana de este lunes, tras haber afectado a esas más de 50 hectáreas de matorral y monte bajo.

Así, se dispuso la incorporación de tres aviones anfibios de gran capacidad del Ministerio de Medio Ambiente, un helicóptero de la UME (Unidad Militar de Emergencia), otro llegado desde Castellón, dos aviones de carga en tierra y un GRAF (Grupo de Apoyo de Actuaciones Forestales) de Cataluña. También se ha decidido la incorporación a las tareas de extinción de más medios terrestres: dos bulldozer más, además de los correspondientes relevos para el personal desplazado por el Gobierno de Aragón y por la Brigada de Intervención Forestal (BRIF) con base en Daroca (Zaragoza) y perteneciente al Ministerio de Medio Ambiente.

El incendio arrasó durante la jornada del domingo unas 50 hectáreas en una ladera escarpada de difícil acceso situada a 1.500 metros de altitud, según indicaron las mismas fuentes.

Durante el domingo, hasta la zona se desplazaron la cuadrilla helitransportada de Alcorisa, 3 hidroaviones del Mapama, una motobomba, un bulldozer, dos aviones de carga en tierra de la Generalitat de Cataluña dos equipos de bomberos de la comarca y la Unidad Militar de Emergencias con 8 autobombas, 2 nodrizas y numeroso personal, además de todos los medios humanos destinados por el Gobierno de Aragón.

En fuerte viento reinante complicó las labores de extinción y facilitó la propagación del fuego.