Sociedad

Los lodos de la gota fría dejan sin agua potable a más de 15.000 personas en Teruel

En Alcañiz no se puede beber el agua del grifo por insalubre, por la gran cantidad de tierra que lleva

Alcañiz (en la imagen) es, tras Teruel capital, la localidad más poblada de toda esta provincia Fabián Simón

R. P.

Los l odos de la gota fría que azotó a finales de la semana pasada al Levante y al este y sur de la provincia de Teruel sigue dejando sentir sus efectos, ahora en forma de afecciones. Es el caso de la que sufre la ciudad de Alcañiz, que tras Teruel capital es la localidad con más habitantes de toda la provincia. S us alrededor de 16.000 vecinos, y los negocios de Alcañiz, se encuentran sin agua potable por los lodos que arrastraron las fuertes lluvias hasta el embalse del que se abastece esa ciudad.

Un bando firmado por el alcalde de Alcañiz, Juan Carlos Gracia, advierte a la población de que ha dejado de ser potable el agua que sale por los grifos. La gran cantidad de tierra y materiales de arrastre que llevaron los ríos y barrancos han afectado de lleno al embalse de Calanda, del que se suministra Alcañiz.

Los caudales que están llegando a los depósitos de esta ciudad no pueden tratarse de forma adecuada, debido a esa gran cantidad de partículas en suspensión que lleva el agua. «Supera los límites de turbidez establecidos en la normativa» que fija los parámetros sanitarios de calidad que ha de cumplir el agua destinada a consumo humano, según indica el bando de la Alcaldía de Alcañiz.

El mismo bando no indica cuándo se resolverá la situación. «Oportunamente se comunicará el cese de esta situación», afirma el comunicado oficial. Mientras tanto, se insiste a «todos los vecinos que no se debe consumir el agua suministrada por la red municipal en tanto no se corrija esta situación».

Evaluación de daños en la provincia

Mientras tanto, los pueblos de la provincia de Teruel afectados por la gota fría del pasado fin de semana han comenzado hoy a valorar los daños, principalmente en pistas muy transitadas y a causa de los desprendimientos de tierras en carreteras, que continuarán tras secarse el terreno, según la Diputación de Teruel.

Así lo ha explicado el presidente de la institución, Ramón Millán , que ha hablado de que la situación «parece que está controlada», aunque falta trabajo por hacer porque es ahora cuando los municipios, al bajar algo el caudal del agua, están valorando los daños y remitiendo la información a la Diputación de Teruel en forma de solicitud de ayudas.

«Hay pistas muy transitadas, que es el principal daño de los municipios, a las que hay que darles una solución rápida», ha explicado en un comunicado.

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