Los embalses de la cuenca del Ebro acaban el año en situación crítica

La cuenca del Ebro acaba el año con la misma situación crítica que arrastra desde hace meses por la sequía. El agua embalsada continúa en mínimos y la falta de lluvias sigue dibujando un sombrío panorama para el nuevo año.

La red de embalses de la cuenca del Ebro despide 2017 al 48,9 por ciento . Es decir, a menos de la mitad de su capacidad máxima. Entre todas las presas de esta cuenca pueden recoger 7.639 hectómetros cúbicos, pero sus reservas solo alcanzan los 3.732, tras un leve aumento del 1% en los últimos siete días.

Hace justo un año, pese a que por entonces la sequía ya apuraba, la situación era mucho mejor: 4.364 hectómetros cúbicos de agua embalsada, un 17% más que ahora. El promedio de los últimos cinco años se sitúa en el 64,8 por ciento con 4.952 hectómetros cúbicos.

En la actualidad, el agua embalsada no supera el promedio de los últimos cinco años y está por debajo de la cifra del año pasado, recuerda la Confederación Hidrográfica del Ebro.