Tribunales

Doce guardias civiles testificarán en el juicio contra Francis Franco por atentado

La Fiscalía, la Abogacía del Estado y un agente piden condenarle a seis años de cárcel

El nieto del dictador acusa a la Guardia Civil de «parcialidad», de perjudicarle en la investigación del caso Fabián Simón
Roberto Pérez

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Francis Franco se las verá con doce guardias civiles durante el juicio por atentado, en el que se enfrenta a una petición de condenas de seis años de cárcel y al pago de hasta 30.000 euros en multas e indemnizaciones . La declaración de todos esos miembros de la Benemérita tendrá lugar en la vista oral que se celebrará en el juzgado de lo Penal número 1 de Teruel, los días 22, 23 y 24 de enero.

El nieto del dictador, apasionado de la caza y al que años atrás ya le ha tocado vérselas con la Justicia por otros episodios, se sentará ahora en el banquillo acusado de haber salido huyendo de la Guardia Civil al ser sorprendido en una zona forestal de Teruel y de haber cometido tres delitos en la alocada fuga : uno de atentado contra agentes de la autoridad, otro contra la seguridad vial y uno de daños, además de una falta de lesiones. En el juicio están llamados a declarar como testigos un capitán, un subteniente y diez agentes de la Guardia Civil.

Junto a Francis Franco se sentará en el banquillo Silvius Nicolae R., que era el que, según las diligencias de acusación, acompañaba al nieto del dictador el día de autos. Según los escritos de acusación presentados tanto por la Fiscalía como por la Abogacía del Estado y por un agente que resultó lesionado, Francis Franco conducía el todoterreno que salió huyendo violentamente de la Guardia Civil en la madrugada del 30 de abril de 2012, cuando le dieron el alto en una carretera de Teruel .

Ahí arrancó una peligrosa persecución por carretera y por pistas forestales en parajes del entorno de Lagueruela, una pequeña localidad próxima a Calamocha (Teruel). Los ocupantes del todoterreno lograron darse a la fuga. Abandonaron el vehículo en la localidad turolense de Bea. Según consta en los escritos de acusación, Francis Franco y quien viajaba con él en el asiento del copiloto, Silvius Nicolae R., completaron su huida ayudados por un tercer hombre, Iván L. C., vecino de Mainar (Zaragoza) y al que el nieto del dictador habría llamado para que acudiera a recogerles.

Escopeta en mano

En el relato de los hechos que hacen las acusaciones se indica que, en un momento dado, el acompañante de Francis Franco llegó a bajarse del todoterreno y exhibió una escopeta contra los agentes que intentaban detenerles.

El resultado procesal de toda esta historia es un juicio penal contra el nieto del general Franco en el que se las verá ante un oficial, un suboficial y diez agentes de la Guardia Civil que acudirán a testificar. Por los delitos que se le imputan a Francis Franco, piden que sea condenado a cuatro años de prisión por el delito de atentado y a otros dos por los delitos de daños y contra la seguridad vial.

Además, se le reclaman también decenas de miles de euros . Así, la Fiscalía –a cuyo escrito de acusación se adhiere la Abogacía del Estado- reclama contra Francis Franco multas que suman 25.600 euros, además de 4.220 euros en indemnizaciones: 1.500 para el agente que resultó herido por contusiones al ser embestido en su huida por el todoterreno de Francis Franco; y otros 2.720 euros de indemnización a abonar a la Guardia Civil por los daños que ocasionó a un coche-patrulla .

Además, la Fiscalía reclama que al nieto del dictador se le retire el carné de conducir durante tres años. El agente que resultó lesionado y que se persona en el juicio como acusación particular eleva esa petición y solicita que al acusado se le retire el carné durante seis años .

Se queja de la investigación y pide ser absuelto

Francis Franco, sin embargo, proclama su inocencia y reclama su total absolución. En el escrito de defensa, el nieto del dictador insiste en que estaba en Madrid el día de autos . Y ha impugnado los informes y atestados realizados al respecto por la Guardia Civil, a la que acusa de no ser objetiva , de actuar con «parcialidad» en perjuicio de su cliente.

Los investigadores, por su parte, aportan como prueba el todoterreno que protagonizó la aparatosa huida, perteneciente a una empresa de Francis Franco; un teléfono móvil usado por él y cuya señal se localizó en el entorno en el que ocurrieron los hechos; y el testimonio de los propios agentes que participaron en la persecución y que, aunque no con absoluta seguridad, creen que reconocieron al nieto del dictador al volante de aquel todoterreno. Sin embargo, Francis Franco lo niega todo e insiste en que ese día y a esa hora él no estaba por esos parajes de la provincia de Teruel.

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