La desesperada batalla que Europa libra en España para salvar sus últimos visones

El visón europeo agoniza desde hace años. España es uno de sus escasísimos y últimos reductos en todo el continente, y también está siendo el escenario de una desesperada «batalla» para salvar esta especie. La Unión Europea le ha confiado a España el reto de mantener a salvo al visón autóctono, del que solo quedan escasas poblaciones en parte de nuestro país y en el delta del Danubio, en una pequeña porción de terreno a caballo entre Rusia y Ucrania.

El programa europeo de salvamente del visón arrancó en 2014, finalizará en 2018 y, de momento, ha empezado a cosechar esperanzadores resultados en Aragón. La batalla medioambiental en favor de esta especie se centra en erradicar su principal amenaza, un pariente invasor: el visón americano.

Aragón, La Rioja, Comunidad Valenciana y País Vasco van de la mano en este proyecto de salvaguarda del visón europeo. En España quedan apenas medio millar de ejemplares concentrados principalmente en tramos de ríos de estas cuatro comunidades autónomas.

Según han informado fuentes de la Consejería aragonesa de Medio Ambiente, parece haberse dado con una fórmula eficaz para frenar la expansión del visón americano y, por tanto, para proteger al visón autóctono. La esperanza está puesta en un nuevo modelo de trampa flotante diseñada específicamente para capturar visones americanos. A tenor de los resultados obtenidos hasta ahora, estas trampas se están demostrando muy eficaces, mucho más que las que se utilizaban con anterioridad, lo que resulta alentador.

Solo en Aragón se han colocado más de 200 trampas. La primavera, junto al otoño, es la época del año en la que se realizan estas campañas de captura. Los «tramperos» oficiales se esmeran en capturar el mayor número posible de visones americanos coincidiendo con su época de celo.

En Aragón, esas trampas flotantes se están instalando en tramos de los ríos Jalón, Jiloca, Martín, Guadalope, Turia y Ebro. Mayoritariamente, por tanto, en cauces de las provincias de Zaragoza y Teruel que se cuentan entre los últimos reductos del visón autóctono, a los que se quiere proteger del -hasta ahora- inexorable y letal avance del invasor visón americano.

Este plan está llevándose a cabo en Aragón, al igual que en La Rioja, el País Vasco y la Comunidad Valenciana, al amparo del proyecto europeo Life-Lutreola para la salvaguarda del visón autóctono.

Además de las capturas de visón invasor, el programa incluye también trabajos de conservación del hábitat natural que le queda al visón europeo en España, y también acciones de cría en cautividad para favorecer la continuidad de la especie.