La desconfianza cunde cada vez más entre los empresarios aragoneses

La confianza de los empresarios aragoneses sobre la actividad económica ha vuelto a caer por cuarto trimestre consecutivo . Y, a más temores y más desconfianza sobre la economía, peores expectativas. Así lo indica el último Indicador de Confianza Empresarial (ICE) , la encuesta que realizan periódicamente en Aragón entre el servicio de estudios de Ibercaja y la Fundación Basilio Paraíso de la Cámara de Comercio.

El último de estos sondeos, el realizado al cierre de 2018, se dio a conocer este lunes por los autores de este indicador. En él se pone de manifiesto que, durante el último año, la confianza empresarial ha retrocedido en Aragón en prácticamente dos puntos: en el primer trimestre de 2018 alcanzaba un valor de 15,5 puntos; en el último trimestre del ejercicio había caído hasta 13,6 puntos.

Ibercaja y la Cámara de Comercio achacan esta acusada caída de la confianza empresarial a la incertidumbre internacional. En concreto, citan como principales causas «la guerra comercial, el populismo y el Brexit».

El ICE evidencia un progresivo aumento de la confianza empresarial desde hace un año y, en paralelo, un continuo empeoramiento de las expectativa a corto y medio plazo. Pese a ello, los autores de este estudio tratan de restar gravedad a este hecho y destacan que «Aragón es la región donde los empresarios mantienen su optimismo respecto a la evolución de la economía».

Aun con todo, los empresarios advierten que ven cada vez más motivos de incertidumbre que les hacen temer un empeoramiento de la actividad productiva. Cuando se les ha preguntado cuáles son, a su juicio, los factores que más están limitando su actividad, los empresarios dicen que el principal es la debilidad de la demanda. Es decir, que el consumo no se está animando lo suficiente. Así, indican que en un 40,9% la limitación de la actividad se debe a la debilidad de la demanda, en un 18,8% al aumento de la competencia, en un 12,9% a la escasez de mano de obra cualificada, y en un 6,2% a dificultades de financiación –el resto son factores con una incidencia minoritaria, según los empresarios-.