Las víctimas culpan al PSOE por permitir que la derogación siga adelante

El portavoz socialista usa la muerte de Gabriel Cruz para lamentar la «sed de venganza» y pone en duda la limpieza del debate

Rajoy, junto a los familiares de las víctimas que ayer acudieron al Congreso EFE
Ana I. Sánchez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Las familias de Marta del Castillo, Diana Quer, Mari Luz Cortés, Sandra Palo o Yéremi Vargas acudieron ayer al Congreso de los Diputados con plena conciencia de que el Pleno repelería las enmiendas de totalidad presentadas por PP y Ciudadanos para paralizar la derogación de la prisión permanente revisable. Así sucedió gracias a que el PSOE sumó fuerzas con Podemos, PNV y el resto de partidos nacionalistas hasta conseguir 176 votos en contra. Suficientes para dejar atrás los 166 votos a favor alcanzados por PP y Ciudadanos.

También conocían la difícil posición con que los socialistas encaraban en el debate, conscientes del creciente apoyo que suscita esta pena entre sus votantes. Pero no esperaban que este partido se revolviera contra ellos con su portavoz de Justicia, Juan Carlos Campo, quejándose del «sabor a ira, a rabia, a sed de venganza» que tenía la sesión por la muerte del pequeño Gabriel Cruz . Campo intentó cuestionar por esta vía la limpieza de las intervenciones a favor de la prisión permanente e intentó acallar la voz de las familias acusando al PP de haberlas manipulado. A ellas, y a su dolor. Parafraseando a Aristóteles defendió que la ley debe ser «razón libre de pasión» y remató con un agresivo tono en el que mezcló la memoria histórica. «Sin prisión permanente vencimos a ETA y con prisión permanente hemos tenido la muerte de Gabriel. Si tanto le preocupan las víctimas, el artículo 3 de sus estatutos habla de protección a las víctimas. Pues preocúpense de todas las víctimas porque hace 80 años que hay víctimas que están esperando todo su apoyo», cerró dirigiéndose al PP.

«No nos manipulan»

Al final del debate reconocieron el dolor que les causaron las palabras de Campo. El padre de Diana Quer, Juan Carlos Quer, advirtió que Campo no solo insultó a las familias de las víctimas sino también a los tres millones de personas que sin adscripción política han firmado hasta ahora la petición de mantenimiento de la prisión permanente revisable. «Dice que nos manipula, nadie nos manipula. Jamás seremos utilizados por fuerza política alguna . La única ideología que tenemos es contribuir a una sociedad más justa. Nuestro partido es el partido político del sentido común y la protección de nuestros hijos», ha defendido. Se mostró «convencido» de que las bases socialistas no lo van a comprender, apuntando a una fuga de votos que mantenga al PSOE «en la oposición».

Por su parte, el padre de Marta del Castillo admitió haber sentido «decepción total» por la intervención de Campo, mientras el padre de Mari Luz Cortés , Juan José Cortés, calificó de «un poco lamentable» la actuación del socialista. Se declaró «apesadumbrado y triste al venir de enterrar a una víctima inocente» y reconoció que no esperaba que ningún grupo «hiciera alusión a Gabriel» en el debate. «Ha sido doloroso», señaló. Consideró «respetable lo que se hable en el Congreso» , pero advirtió de que «no es el sentimiento del pueblo y de los ciudadanos».

El discurso de Campo no gustó tampoco en el interior de su bancada. Sus compañeros de grupo, que no de partido porque no está afiliado, criticaron que «no estuvo acertado» y que no supo canalizar la ira que dentro del PSOE se respira contra el PP por haber llevado este debate hasta el Pleno. Los grupos parlamentarios celebran cada semana reuniones de dirección donde se debaten las posturas que se van a mantener en cada punto del Pleno y los argumentos que se van a utilizar. Si no hubo suficiente supervisión sobre un tema problemático que se dejaba en manos de un diputado que no pertenece al partido es, como muchos parlamentarios apuntaban ayer, un fallo de la dirección.

De hecho, el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, intentó enmendar la faena durante la inauguración de la Escuela de Buen Gobierno de los socialistas, informa Víctor Ruiz de Almirón. Defendió que «esta no era la semana para producir un debate político serio» porque es una «semana de duelo» y denunció los «intereses espurios» de PP y Ciudadanos: «Hay quienes reaccionan utilizando el dolor de las víctimas ». Entre los diputados socialistas, tanto afines a Sánchez como los críticos con él, el sentir era de fuerte indignación. Por primera vez en mucho tiempo, unos y otros compartían diagnóstico: «Ha vuelto el peor PP». El expresidente Rodríguez Zapatero apoyó a su partido. Aseguró que la prsión permanente «no suma nada a hacernos una sociedad mejor». Defendió «penas duras ante crímenes horrendos», pero manteniendo los principios de resocialización. «Es una posición coherente. Y está bien que sigamos manteniéndolo»..

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación