Torra visita en prisión a los golpistas, eleva el tono contra el Estado y exige la liberación de los presos

La Generalitat centrará el encuentro del lunes con Sánchez en el asunto de la autodeterminación

Torra y Torrent, en el discurso institucional de ayer sobre los presos EFE

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El independentismo no afloja. La política de distensión puesta en práctica por el Gobierno de Pedro Sánchez fue respondida ayer con una nueva elevación del tono por el secesionismo, que con el presidente de la Generalitat, Quim Torra , al frente, convirtió la llegada a cárceles catalanas de los políticos presos en un nuevo acto de exaltación independentista.

A pocos días del encuentro en La Moncloa entre ambos presidentes (9 de julio), la desescalada viene a ser una ilusión óptica, al menos por parte del ejecutivo catalán, en un proceso que también evidencia diferencias en el seno del Gobierno.

En este contexto, y con las furgonetas con las que los Mossos d’Esquadra trasladaron a Oriol Junqueras , Raül Romeva , Jordi Sánchez y Jordi Cuixart llegando a su nuevo destino en la cárcel de Lledoners (Barcelona), Quim Torra y el presidente del Parlament, Roger Torrent, organizaron una comparecencia a las puertas de la cámara catalana para denunciar que el acercamiento de los presos no es ningún «gesto» del Gobierno y, además, «no pone fin a la injusticia» de los soberanistas presos, para quienes exigieron su puesta en libertad.

Objetivo:anular la causa

Acompañados de diputados de JpC , ERC , Comunes y la CUP , Torra y Torrent anunciaron que no dejarán de trabajar «ni un minuto» para lograr «la plena libertad de los presos y presas políticas» y la «anulación de su causa» judicial . Torra añadió: «Todo esto no podrá funcionar hasta que los presos sean libres» y el expresidente catalán Carles Puigdemont y el resto de «exiliados no hayan vuelto a casa».

Posteriormente, Torra, junto a otros representantes de los partidos independentistas se sumó a la concentración organizada por la ANC y Òmnium a las puertas de la prisión de Lledoners , cuyos accesos se han llenado de símbolos amarillos y acogieron a centenares de manifestantes. Antes de sumarse a la concentración, Torra accedió al interior del centro penitenciario para entrevistarse con los cuatro políticos. Roger Torrent , por su parte, v isitó a Carme Forcadell y Dolors Bassa en la prisión de Puig de les Basses (Figueras), a la que llegaron a primera hora de la tarde.

Con ANC y Òmnium: Torra acudió a la cárcel de Llenoders en un acto junto a la ANC y Òmnium

Con las cárceles convertidas en foco de agitación, y como si ello transcurriese en un plano o dimensión política ajena, el Gobierno y la Generalitat ultimaban ayer el guión del encuentro del próximo lunes entre Torra y Torrent, una entrevista que el ejecutivo catalán quiere centrar en el asunto de la autodeterminación.

De hecho, la portavoz de la Generalitat, Elsa Artadi , y la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet , tenían previsto hablar por videoconferencia y cerrar una agenda que, en principio, no incluirá asuntos concretos que por ejemplo sí se incluían en la lista de 46 reivindicaciones que en su momento Carles Puigdemont remitió al presidente Mariano Rajoy. En un gesto que tanto puede leerse como de distensión como de desprecio , la Generalitat remite a las comisiones técnicas bilaterales Estado-Generalitat la discusión de las mismas.

Apoyo a Morenés

El Gobierno se presenta a esa cita con una dualidad de discurso que se escenificó ayer en el Congreso de los Diputados. Por un lado, el ministro de Exteriores, Josep Borrell , respaldó sin ambages el discurso del embajador español en EE.UU., Pedro Morenés , quien la semana pasada respondió a Torra y defendió la imagen de España durante la recepción oficial de inauguración del festival cultural Smithsonian Folklife en Washington.

Es más, Borrell ha instado a todos los embajadores a comportarse como Morenés y ha dado instrucciones al cuerpo diplomático español para que todos los embajadores tengan copia de su discurso del 28 de junio en Washington. «Morenés hizo lo que tenía que hacer y dijo lo que tenía que decir porque además estaba especialmente instruido para ello» , insistió.

«Ningún embajador puede permanecer impasible ante el ataque feroz a su país, a las descalificaciones de que hay presos políticos y que no se corresponden a la realidad. La diplomacia sí está para defender la imagen de España en el mundo», afirmó Borrell en su primera comparecencia en la Comisión de Exteriores.

Este discurso contundente de Borrell frente al secesionismo catalán contrasta con el de la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet , quien defendió el «derecho» de Torra a exponer a Sánchez «todo aquello que considere conveniente» . Esto es, que en la reunión del próximo lunes entre Sánchez y Torra se podrá hablar de todo: referéndum de autodeterminación incluido.

Batet aseguró que la crisis en Cataluña «exige respuesta específica» porque existe en esa región «un número muy importante de personas cuestiona hoy el modelo constitucional».

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