Los pescadores recogen las redes cargadas de algas. Toneladas de esta especie asiática que se propaga a velocidad de vértigo. Se comen las redes, invaden el fondo del mar y ponen en riesgo la pesca, hasta el punto de que en Tarifa se plantean dejar de faenar porque donde antes pescaban 100 kilos ahora no llegan a 12. En tan sólo 3 días con viento de levante las algas han conquistado también la orilla y cubierto las playas. El avance es imparable y ataca a las especies locales, a la economía y al turismo.-Redacción-
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