Los restos humanos de los fallecidos en el Cougar se enviaron después del traslado de los 17 féretros
Los restos humanos de los fallecidos en el Cougar se enviaron después del traslado de los 17 féretros - ABC

Caso Cougar: «Si José Bono tuviera decencia humana, se sabría qué pasó»

Ana Enríquez, la madre de un fallecido del Cougar, lo acusa de «no tener palabra»

Madrid Actualizado: Guardar
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La información desvelada por ABC sobre el contenido de las bolsas con restos humanos de los fallecidos en el accidente del Cougar ha sorprendido a al menos tres de las diecisiete familias de los militares que perdieron la vida, con las que ha podido contactar este periódico. Estos nuevos datos han removido la memoria y los recuerdos de Ana Enríquez, madre del soldado José Manuel Moreno; de Francisco Fajardo, padre del soldado Pedro Fajardo; y de Eduardo Guitard, padre del capitán David Guitard.

«Indignación»

Pero no solo han sido los recuerdos los que han vuelto, sino también la «indignación» con el exministro de Defensa José Bono al que acusan de haberles mentido. Todos ellos coinciden en la falta de atención y de información por parte del exministro, de las falsedades sobre la «cercanía», de la que tanto habló en el Congreso de los Diputados, y del nulo interés porque se supiera la verdad.

A su juicio, ni ha habido claridad ni ha habido interés en investigar lo que sucedió.

«Yo todavía no me he enterado de lo que allí se pudo encontrar», asegura Ana Enríquez en relación a los restos humanos que aparecieron después de repatriarse los cadáveres. La «madre coraje» que quiso ver el cadáver de su hijo, en contra del criterio de los responsables de Defensa, que le dijeron que no era posible y que «no dijera nada» si le abrían el féretro, asegura que «yo di mi palabra, y mi palabra valió, pero él no tiene palabra», en referencia a Bono.

Ana se atrincheró junto a los restos de su hijo: «Me acordaba del Yak y dije que no me iba sin verlo, me empeciné y me la abrieron». La madre del tirador del helicóptero había visto por ordenador el cuerpo de su hijo, pero no la cara: «Me dijeron que estaba pidiendo un imposible, que no podía ser. Les dije que me daba lo mismo, que yo no me lo llevaba si el que estaba dentro no era mi hijo. Me hicieron prometer que no iba a decir que lo había visto».

«Totalmente mentira»

«Yo solo quería verle su carita», asegura Ana Enríquez, y la pudo ver, pero a su hijo le «faltaban los ojos. Tenía la boca abierta y le faltaban muelas. Recé un Padrenuestro mirando la cara de mi hijo, por eso sé lo que le faltaba». Ella afirma que «por supuestísimo que me hubiera gustado que me hubieran llamado para ver los restos. Si mi hijo no llevaba ojos, ¿dónde están?».

Ana Enríquez afirma con contundencia que es «totalmente mentira que nos hubieran dicho nada de estos restos. A mí nadie me comunicó nada». De Bono solo recuerda que lo vio en el velatorio de su hijo. «Lo único que hizo es consolarnos con un responso que ofició con mi hijo (hoy sacerdote), que entonces estaba en el Seminario. Después nunca volví a verlo más».

De aquellos días recuerda el «secretismo» y afirma que «si Bono tuviera decencia humana se sabría la verdad. Se los trajeron de la guerra de Irak, ¿y con qué cara iban a decir que era un acto de guerra?».

El móvil de su hijo, que le gustaba mucho la fotografía y hacía fotos de «todo» en Afganistán no apareció nunca. Y su ordenador, que tenía vídeos de ataques a la base, se lo devolvieron «manipulado. Él lo guardaba todo».

«A Afganistán con engaños»

Ana cree que «la verdad está entre Bono y Zapatero, que los llevaron a Afganistán con engaños. Si los traen de una guerra y se los llevan a otra, ¿cómo lo van a justificar?».

El testimonio de Ana es corroborado por Eduardo Guitard, el padre de Davir Guitard, piloto fallecido del helicóptero siniestrado. «Después de enterrar a mi hijo nunca me llamaron para cotejar ninguna prueba de ADN. Nunca me entregaron ningún resto de mi hijo. Fue una mentira porque nunca nos dieron información». Guitard, el familiar más activo en la búsqueda de la verdad de lo qué sucedió, asegura que « Bono mintió en las comparecencias en el Congreso de los Diputados, mintió ante el juez y mintió cuando dijo que no le había dicho a los ocupantes del segundo helicóptero que no hablaran más del siniestro».

Informe del accidente

También Francisco Fajardo, padre del soldado fallecido Pedro Fajardo, se pronuncia en los mismos términos que los demás familiares. «Solo nos llamaron un día para ir a la base de El Copero (instalación militar a la que pertenecía su hijo) para que fuéramos a identificar objetos materiales como un reloj y un anillo», recuerda Francisco, pero «nadie nos llamó por teléfono para contarnos que habían encontrado esos restos. Nunca, jamás».

El padre de Pedro Fajardo solo supo que habían aparecido estos restos al leer la comparecencia del exministro Bono ante la Comisión de Defensa del Congreso: «Nos enviaron el informe de la Comisión de Investigación de Accidentes (pero solo el de 22 folios, no el completo) junto con la comparecencia del ministro. Directamente nadie nos explicó a quién pertenecían estos restos humanos hallados después de enterrar a mi hijo».

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