Les aplaudimos mientras se dejaban la piel, salvando vidas, pero han vuelto a pagar los platos rotos de la crisis sanitaria. Según denuncian los sindicatos, las agresiones en 2020 han crecido un tercio respecto al año anterior, pero solo se denuncian la mitad. La saturación, el retraso y la cancelación de citas y el malestar por no poder estar con sus familiares les han pasado factura.-Redacción-
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