Rubén Sánchez, portavoz de Facua
Rubén Sánchez, portavoz de Facua - JUAN CARLOS RANGEL

Rubén Sánchez: «Siempre supimos a qué se dedicaba Ausbanc, pero nunca tuvimos pruebas»

El portavoz de la asociación de consumidores Facua se enfrentó en los tribunales con Luis Pineda por difamación

Madrid Actualizado: Guardar
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La relación entre el portavoz de Facua, Rubén Sánchez, y el ahora detenido presidente de Ausbanc, Luis Pineda, dejó de limitarse al ámbito de las asociaciones de consumidores en 2012. Pineda había intentado hacer de Sánchez un aliado, pero cuando no lo consiguió pasó a convertirlo en su enemigo. Acusaciones, insultos y querellas han plagado su relación desde entonces.

—¿Le sorprende la detención de la cúpula de Ausbanc?

—Para nada. Facua y el movimiento de consumidores en España conoce de toda la vida a Ausbanc y siempre hemos sabido a qué se dedicaba. El problema es que nunca hemos tenido pruebas. Nunca ha venido a nosotros ningún empresario, directivo de banca o empleado de Ausbanc a decirnos: «Aquí está la documentación que acredita las presuntas extorsiones».

Nosotros sabíamos lo que pasaba porque nos lo habían contado, pero no teníamos la prueba, por lo que nunca pudimos denunciar a Ausbanc por esas prácticas.

—¿Lo denunciaron por otros motivos?

—Habíamos denunciado a Ausbanc porque no era una asociación de consumidores, sino un negocio que recibía dinero de los bancos. Sin embargo, Ausbanc estuvo durante mucho tiempo en el registro de asociaciones de consumidores y ha recibido muchísimo dinero público por ello hasta que en 2014 lo echan de forma definitiva.

—¿Cómo era su relación con Luis Pineda?

—Ausbanc y Luis Pineda llevan muchísimos años atacando a Facua porque la veían como su enemigo a batir. Pineda quería ser el propietario de la gran asociación de consumidores referente en España y se encontraba con que no lo lograba porque muchos medios conocían ya la trayectoria de Pineda. En cambio, veía como mi organización iba creciendo, sobre todo en relevancia social y empieza a tomar una obsesión que se torna enfermiza hacia mi persona como la cara de Facua. Además, en mi labor como periodista he publicado informaciones sobre Ausbanc, diferentes irregularidades y la trayectoria de Luis Pineda, con lo cual eso fue provocando que tuviera un a fijación hacia mi.

—¿Cuándo comienza a atacarle?

—Yo rescaté de la hemeroteca que se le aplicó la ley antiterrorista en febrero de 1982 porque en el Frente de la Juventud estuvo cometiendo diferentes actos vandálicos. Al publicar eso en Twitter en 2012, el abogado de Ausbanc en Málaga me manda una carta diciéndome que «o le pago o me lleva a los tribunales» y que ponga yo la cifra. Nunca respondí a esa carta y no me llevó a los tribunales, entre otras cosas porque lo que había hecho solo era rescatar una información.

Posteriormente fue aumentando sus ataques hacia mí, llegando a extremos como cuando publiqué mi primer libro, «Defiéndete» —dedica un capítulo a Luis Pineda— invierte varios miles de euros para contratar y difundir carteles con mi cara por varias ciudades, con un rótulo que ponía «se busca» junto con acusaciones de corrupción o actividades delictivas. Eran carteles para promocionar las publicaciones de Ausbanc.

—¿De qué le acusaba?

—Ha llegado a publicar todo tipo de reportajes, acusándome de todo tipo de actividades delictivas. Ha inventado que estaba implicado en el caso de los ERE, de los cursos de formación en Andalucía, de las facturas falsas de UGT. Ha planteado que tengo vínculos con la pedofilia, que soy un acosador de mujeres, que yo era un mafioso que había mandado sicarios a partirle las piernas. Ha llegado a publicar que mi mujer está casada conmigo a cambio de dinero para ocultar mi homosexualidad y que en paralelo mantiene relaciones sexuales con mi padre...

—¿Y antes de 2012?

—Mucho tiempo atrás, Pineda había intentado tener una buena relación con Facua, intentando que yo planteara públicamente, en algún programa de radio lo dijo, que las únicas organizaciones de consumidores honestas de este país éramos Ausbanc y Facua. El intentó «amigarse» en tertulias de radio conmigo para que planteáramos los dos que las demás asociaciones no eran trigo limpio. Yo no le compré la tesis y me desentendí de Pineda. De hecho, luego publiqué irregularidades detrás de él. Despues salió lo del tuit, que fue un detonante.

—¿Manos Limpias intervino en algún momento?

—Pineda convenció a Manos Limpias de que me denunciara para implicarme en el caso de las facturas falsas de UGT. Efectivamente Manos Limpias presenta dos denuncias contra mí ante el juzgado que lleva el caso, que son desestimadas. El juez dijo que no había ningún indicio contra mí y el fiscal Anticorrupción planteó incluso que no había ni siquiera la más mínima sospecha de que yo hubiera cometido ningún delito. Pero, mientras, Pineda consigue que algunos medios se hagan eco de que yo estoy denunciado.

—¿Cómo sabe que Pineda estaba detrás de la denuncia de Manos Limpias?

—Porque Pineda anunció públicamente en agosto de 2013 que Manos Limpias me iba a denunciar. Además, habitualmente las denuncias de Manos Limpias son recortes de periódicos y, en ese caso, lo que presentó fue un recorte de un reportaje con información falsa que había publicado Pineda en una de sus publicaciones. Fue una campaña de acoso e intento de derribo, lo que pasa que no lo consiguió. Manos Limpias filtraba información sobre la denuncia a los medios, incluso dio una rueda de prensa, y junto a ese trabajo de Manos Limpias, Ausbanc era el que diseñaba todo ese ataque, inventando mi supuesta implicación en algo que era falso y que se archivó, pero el daño está hecho.

—¿Tomaron medidas judiciales?

—Tengo dos condenas por difamación ganadas. Tanto Facua como yo hemos interpuesto cuatro acciones judiciales contra Pineda y Ausbanc, las dos que puse yo ya tienen sentencia. La primera sentencia fue la primera a nivel mundial por difamación en redes sociales en la que se obliga al condenado a tuitear 30 veces a lo largo de 30 días el fallo. La segunda lo condenó a 10 días a tuitear el fallo y a una indemnización a Pineda, a Luis Suárez y a Ausbanc que suma 90.000 euros. De las de Facua, una está a la espera de sentencia y la segunda se celebra el juicio el 26 de abril.

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