Las abogadas Montse Suárez y Virginia López Negrete
Las abogadas Montse Suárez y Virginia López Negrete - ABC/EFE
REPORTAJE

Así se rompió Manos Limpias

Bernad dio la espalda a los suyos para apostar por Negrete y Pineda y convertir Manos Limpias en un negocio

Madrid Actualizado: Guardar
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A Miguel Bernad le dieron a elegir: Virginia o nosotros. La eligió ella. Ese día Manos Limpias estalló en mil pedazos y pasó a convertirse en una organización destinada a satisfacer los fines personales del secretario general y de la abogada Virginia López Negrete, principalmente el ánimo de lucro bajo la pantalla del sindicato.

Bernad perdió abogados, colaboradores e incluso amigos, al tiempo que comenzó a cavar su fosa: el lugar de los que se fueron lo ocupó Luis Pineda, presidente de Ausbanc, quien, a cambio de dinero, puso Manos Limpias a su servicio. Esto sucedió en el año 2013, cuando Pineda, Bernad y Negrete se aliaron en el caso Blesa. Tres años después, los líderes de Ausbanc y Manos Limpias duermen en prisión, mientras que López Negrete, que no ha contestado a ABC, está imputada por una apropiación indebida de más de cien mil euros del sindicato.

La letrada había comenzado a colaborar con Manos Limpias unos años antes, cuando un policía con el que mantenía una relación sentimental le presentó a Bernad. Al principio no le interesaba, porque «aquí no se gana pasta», decía, pero pronto vio que había posibilidades económicas y mucha rentabilidad mediática. «Entró como un elefante en una cacharrería, pisoteando a todo el mundo», relata a ABC un letrado que vivió los acontecimientos en primera persona. Comenzó como «jefa de Prensa» y luego ascendió a «jefa de Asesoría Jurídica». Su experiencia como letrada se reducía a presentar recursos de multas de tráfico en Valladolid, lo que produjo gran malestar en abogados de largo recorrido que no la reconocían como su «jefa».

Miguel Bernad le prometió el caso Nóos, el que más rédito mediático daría, y encontró oposición. Jaime Alonso, el letrado que movía Manos Limpias alejado de los focos y autor del mayor éxito del sindicato, el caso Atutxa, le dijo a Bernad: «Miguel, esta chica es una iletrada, no sabe nada de Derecho, pongo a tu dispocición tres despachos de prestigio que lo llevan gratis, elige el que quieras». «No voy a dejar tirada a Virginia», fue su respuesta. Bernad fue quedánsose cada vez más solo y con un comportamiento alocado «in crescendo». «Estaba fuera de sí», recuerda uno de los amigos que perdió en esa época.

La foto oficial de Miguel Bernad en la web de Manos Limpias fue tomada en la emisora del Club de la Vida Buena, propiedad del entramado de Ausbanc
La foto oficial de Miguel Bernad en la web de Manos Limpias fue tomada en la emisora del Club de la Vida Buena, propiedad del entramado de Ausbanc - MANOS LIMPIAS

Cuando Pineda se acercó a él, a través de Javier Castro-Villacañas, uno de los detenidos en la trama de extorsión, le volvieron a advertir: «Miguel, Pineda se dedica al chantaje desde hace más de 20 años», le dijeron. «Sí, sí, no te preocupes», respondía él, para luego hacer «lo que le daba la gana». Quienes le suministraban dosis de sensatez y cordura cada vez que quería poner una querella más rocambolesca que la anterior o ir de la mano de peligrosos socios, lo dieron por causa perdida.

Aunque la ruptura total ocurrió en 2013, dos años antes Manos Limpias quedó herido de muerte. Un millar de afectados de Afinsa habían aportado más de cien mil euros al sindicato para intentar que «el sinvergüenza de Zapatero» se responsabilizara de la estafa de los sellos y el Estado los indemnizara. A Bernad le insistieron en que esto sería una nueva estafa, porque esa acción judicial ya estaba cerrada, era cosa juzgada. Hizo caso omiso y tanto la Audiencia Nacional como el Supremo la tumbaron, incluida una condena en costas.

Pidieron más dinero

No contentos con esto, pideron más dinero «a esta pobre gente» para acudir a Estrasburgo. ¿Qué pasó con los fondos aportados? Bernad y Negrete los sacaron de la cuenta de Manos Limpias y se los repartieron en metálico, billete sobre billete. Acababan de convertir Manos Limpias en un negocio muy lucrativo. La organización sin ánimo de lucro que no pagaba a los abogados, el sindicato altruista que denunciaba la corrupción y «defendía a España» a su manera, perdió toda honorabilidad. Tanto que estos sucesos se tradujeron en la imputación de Bernad y Negrete por apropiación indebida en el Juzgado de Instrucción número 18 de Madrid. ABC lo desveló el pasado noviembre y esas informaciones supusieron un antes y después. A Bernad y Negrete se les caía la máscara.

Manos Limpias también se nutrió de una herencia de 180.000 euros. Abogados y procuradores que nunca habían cobrado un solo euro llamaron a Bernad: «Oye, Miguel, ya que ha entrado dinero, págame algo, aunque sea los gastos», le decían. «No puedo, se lo he dado a Virginia para el caso Nóos», respondía él. Este trato discriminatorio, que nadie cobrara salvo su predilecta, fue otro de los motivos de la desbandada de Manos Limpias, que perdió hasta a sus procuradores.

Pero si hubo un enfrentamiento agrio fue el que mantuvo Virginia López Negrete con la también abogada Montse Suárez, que era portavoz de Manos Limpias. López no soportaba que Suárez apareciera en televisión hablando del caso Nóos, y no solo envió burofaxes a los directores de los programas, sino que también intentó sin éxito que la echaran del Colegio de Abogados por tres veces, acusándola de una falta insólita: «intrusismo colaboracional». En uno de los escritos, Negrete argumentó que «como las dos somos rubias, nos confunden». «Virginia no soportaba que Montse fuera más alta, más guapa y más delgada», recuerda un integrante del sindicato.

Insultos machistas de Pineda

Luis Pineda, íntimo de Negrete, se posicionó con ella y contra Montse Suárez, a la que dedicó en Twitter una colección de soeces insultos como «antes las levantabas, ahora se te ha pasado el arroz» o «es cierto que usas bien la boca y la lengua».

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Suárez, que había trabajado en Ausbanc, dejó Manos Limpias en 2013 y ha colaborado con ambas investigaciones, la de la trama de extorsión y la de la apropiación indebida. Enfrentada a Pineda, Bernad y Negrete, hace 173 días que su estado de WhatsApp dice «a cada cerdo le llega su San Martín».

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