Un diputado vota en su escaño
Un diputado vota en su escaño - Jaime García

Repetir las elecciones generales costó 174 millones a los españoles

Los partidos recibieron 100 millones de euros de subvenciones entre el 20-D y el 26-J

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La repetición de las elecciones generales le costó a España 174 millones de euros: 130 millones de euros por gastos oficiales de organización, y algo más de 44 millones de euros por subvenciones electorales otrogadas a los partidos que concurrieron. Es el balance definitivo que ha dejado la «contabilidad» de la cita con las urnas que tuvo lugar el 26 de junio del año pasado. Esa «factura» de conjunto es el agregado que dejan las subvenciones que se les han tenido que abonar a los partidos políticos por sus gastos de campaña, y los gastos oficiales de la propia administración electoral que sufraga directamente el Estado, según la documentación oficial a la que ha tenido acceso ABC.

España necesitó de dos citas con las urnas, en el plazo de seis meses, para conseguir que los partidos se pusieran de acuerdo para alcanzar una investidura.

Y, en la práctica, eso supuso que la formación de gobierno le salió al país insualmente cara: 360 millones de euros en total, el doble de lo habitual. En las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015 (20-D) se le fueron a las arcas públicas 185 millones de euros; y en los comicios repetidos del 26 de junio de 2016 (26-J), otros 174 millones de euros.

Desglose de gastos

De toda esa cantidad, el grueso correspondió a los costes organizativos de la maquinaria electoral, los que directamente encarga la Administración del Estado a través del Ministerio del Interior. Al tratarse de gastos estructurales, el coste fue prácticamente idéntico en los comicios del 20-D y del 26-J: alrededor de 130 millones de euros en ambos casos.

De esa cifra, unos 55 millones de euros se fueron a pagar al personal de la Administración que intervino en cada uno de esos procesos electorales, incluidos los operativos especiales de seguridad. Otros 50 millones de euros fue el coste de los envíos electorales a través de Correos, cifra que incluye, entre otros conceptos, la parte que cubre directamente el Estado en el franqueo de la propaganda electoral de las distintas formaciones políticas. Además, en cada una de esas dos elecciones generales, se fueron 12,5 millones de euros en gastos de logística organizativa, y del orden de 13 millones de euros en dispositivos de telecomunicaciones aplicados al proceso electoral.

Junto al presupuesto de la maquinaria electoral oficial, el otro gran bloque de gasto público lo constituyen las subvenciones que reciben los partidos políticos por participar en los comicios. Son las subvenciones con las que las candidaturas sufragan el dinero que destinan a sus respectivas campañas. Entre los comicios del 20-D y los del 26-J sumaron un total de 100 millones de euros por este concepto: 55,4 millones en subvenciones políticas por las elecciones de diciembre de 2015, y algo más de 44 millones de euros por las de junio del año pasado.

El abultado gasto extra que llevó consigo la repetición electoral obligó a modificar los Presupuestos Generales del Estado del año pasado, ya que cuando se elaboraron no se contempló partida para una repetición electoral. No se había consignado dinero para unas nuevas elecciones generales, y eso obligó a inyectar fondos extra al Ministerio del Interior.

En conjunto, durante el pasado ejercicio los presupuestos de Interior tuvieron que ampliarse en más de 400 millones de euros respecto a los fondos que se le habían consignado inicialmente en los PGE de 2016. Una parte sustancial de esas modificaciones presupuestarias fue exclusivamente destinada a afrontar los gastos extra generados por la repetición de las elecciones generales.

Ver los comentarios