El PSOE urge a Sánchez a designar un portavoz ante la moción de Iglesias

Ningún diputado socialista ha anunciado su oposición al proyecto del nuevo secretario general, Pedro Sánchez, pero no habían transcurrido ni 48 horas desde que fue elegido y la actual dirección del grupo parlamentario, susanista en su mayoría, le lanzaba ayer los primeros reproches. Las quejas tienen que ver con que el nuevo líder no haya reorganizado aún la portavocía del grupo parlamentario, tras la salida de Antonio Hernando, el pasado domingo. Fuentes de la actual dirección parlamentaria pidieron a través de la Prensa -la comunicación entre ambos bandos es mínima- que proponga a la gestora un sustituto cuanto antes, sin un tiempo de interinidad.

El diputado y coordinador de campaña de Sánchez, José Luis Ábalos, comenzó ayer a hacerse cargo del rumbo del grupo parlamentario pero aún se desconoce cuál de los diputados socialistas será el elegido para dirigir la portavocía y, lo más inminente, defender el «no» a la moción de censura de Podemos que ya tiene fecha: el próximo 13 de junio.

Fuentes de la dirección actual consideran que este debate debería ser el estreno para el nuevo portavoz parlamentario. Un puesto que podría ocupar el propio Ábalos o la también coordinadora de campaña de Sánchez, Adriana Lastra. Pero los pedristas tampoco parecen cómodos ante la tarea de asumir la representación del PSOE en la moción de censura, por lo que la sustitución de Hernando podría dar pie a la primera fricción entre ambos bandos. Y es que los sanchistas querían llevar a cabo el relevo tras el Congreso Federal (16-18 de junio), dejando a Antonio Hernando un último desgaste en su hoja de servicio.

Pero ante la salida de Hernando asume que debe señalar al nuevo portavoz ya sea interino ya sea definitivo. En el caso de que optase por un interinaje, el encargo podría recaer en la portavoz adjunta, Isabel Rodríguez, expedrista. Según fuentes de la actual dirección, la diputada castellanomanchega ha subrayado su lealtad con el partido y su disposición a asumir las tareas que le encarguen. Pero también ha considerado que existen en el Congreso, diputados del equipo de Sánchez que pueden asumir esta tarea mejor que ella, «al conocer en profundidad el proyecto de Sánchez».

En el sanchismo no preocupa especialmente la réplica a esta cuestión, ya que consideran que la forma en la que Podemos ha planteado esta cuestión, en mitad de las primarias socialistas, facilita su rechazo. Además de que formalmente Sánchez no será secretario general hasta una semana después de que se debata la moción. Pero en cualquier caso preferirían no tener que adoptar una postura que por Podemos va a ser utilizada para atacarles. «Decidir votar no es decidir sostener al partido más corrupto de Europa», dijo ayer mismo la portavoz de Unidos Podemos. Pero Margarita Robles, una de las diputadas fieles a Sánchez, dejó claro ayer que el PSOE está situado «claramente en el no» a la moción.

Falta de comunicación

Pero la falta de comunicación entre los dirigentes de ambos bandos, ocupando despachos cercanos en el mismo edificio del Congreso, revela que las heridas siguen abiertas y apuntan las dificultades que tendrá que afrontar el nuevo líder para pilotar un grupo de parlamentario que mayoritariamente le ha dado la espalda en las primarias: 69 diputados de un total de 84 optaron por otros candidatos. Él solo puede contar de entrada con la lealtad de quienes como Lastra o Ábalos han pilotado su campaña, los diputados del PSC y los que votaron «no» a Mariano Rajoy pese al mandato de la Gestora.

Mientras el PSOE se mantiene en este compás de espera, la tramitación de la moción de censura de Podemos sigue avanzando inexorable. Ayer la presidenta del Congreso, Ana Pastor, fijó la fecha para el martes 13 de junio y comunicó al presidente del Gobierno y a todos los portavoces parlamentarios la apertura de un plazo de 48 horas, hasta este jueves a las ocho de la mañana, para la presentación de mociones alternativas. Lo que aún no ha decidido Pastor es si el debate ocupará uno o dos días y tampoco a qué hora comenzará. La fecha elegida sitúa la iniciativa dentro de los días previstos para el desarrollo de la actividad plenaria. Un pleno en el que no tiene previsto participar el presidente del Gobierno. «¿Yo replicar? No, nunca le replico a nadie», comentó el jefe del Ejecutivo a su llegada al Senado. Rajoy se permitió incluso bromear al destacar el «buen humor» de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, al fijar la fecha un martes y trece. Aunque poco después Moncloa aclaraba que todavía no estaba decidido. Informa Itziar Reyero.

Desde Podemos se cargó ayer contra esta decisión de Pastor, que en la práctica hará que el debate se celebre 25 días después de haber sido registrada. «A nuestro juicio es una demostración del uso partidista que el PP hace de las instituciones», señaló en rueda de prensa. Pese a estas críticas, fuentes parlamentarias han explicado que esa semana ya existen varios compromisos internacionales que impiden la celebración de la moción y que por ello Pastor ha tenido que buscar fecha en la semana siguiente. También han subrayado que, salvo Podemos, ninguno de los grupos parlamentarios ha expresado que tuviera especial prisa porque se celebrara este debate. Además, la última semana de mayo el Congreso está centrado en la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado, y según el reglamento de la cámara este proceso tiene prioridad sobre cualquier otro asunto. La elección del 13 de junio supone también deshabilitar la única sesión de control al Gobierno prevista en el Congreso antes de que el PSOE ratificara a Sánchez en el cargo. Y soslaya la tradición de no convocar actividad parlamentaria la semana anterior al congreso de un partido político.