PSOEEl poder orgánico de Susana Díaz y unos malos resultados electorales tumbarían a Pedro Sánchez

La simpatía que la presidenta de Andalucía ha recabado entre los barones socialistas complicaría la supervivencia política del actual secretario general del PSOE, que cuenta con el respaldo de federaciones divididas como Madrid o Cataluña

-Madrid Actualizado: Guardar
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El liderazgo interno de Susana Díaz en el PSOE, su puesto al frente de la Junta de Andalucía, unos malos resultados de Pedro Sánchez en las próximas elecciones y las simpatías que la andaluza sostiene entre los barones socialistas podrían ser los elementos de la tormenta perfecta que acabaría con la etapa en Ferraz del actual secretario general.

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A poco más de un mes para que los españoles vuelvan a las urnas, Guillermo Fernández Vara, presidente de Extremadura, ha sorprendido al 'guiñarle un ojo' a Díaz, alternativa extraoficial —por el momento— para el liderazgo de Sánchez. Vara cree que Díaz se va a presentar al próximo Congreso del PSOE, que en ningún caso se celebrará antes de las elecciones, y también ha dicho de ella que «es un valor importantísimo para el partido», una afirmación que podría ser el principio de un gran problema para Sánchez.

Susana Díaz despierta simpatías entre los barones del PSOE
Susana Díaz despierta simpatías entre los barones del PSOE - MAYA BALANYA

«La fuerza la tiene Susana Díaz», aclara Rubén Tamboleo, politólogo e investigador de la Universidad Complutense de Madrid, quien añade que la líder andaluza ostenta «un poder orgánico muy fuerte, además de estar al frente de un Gobierno regional y tener influencia en las listas electorales», algo que le confiere legitimitad interna, un aspecto que podría decentar la balanza hacia su lado en el caso de que se presentara como candidata a secretaria general.

«Si tienes Andalucía, eres muy fuerte»

Por si todo esto fuera poco, Sánchez también tendría que luchar en el próximo Congreso del PSOE, siempre que consiga superar las elecciones, contra líderes, como el propio Vara, que ya se han posicionado del lado de Díaz. Javier Lambán, presidente en Aragón; Emiliano García-Page, presidente de Castilla la Mancha; Javier Fernández, presidente en Asturias; o Ximo Puig, al frente del Gobierno valenciano encabezan federaciones en las que el actual secretario general tendría muy difícil conseguir apoyos. A esta nómina habría que sumar, como recuerda Tamboleo, a «la vieja guardia», que no tiene poder orgánico pero sí influencia: «Felipe González o José Bono también se han posicionado rotundamente a favor de Díaz».

Cataluña y Madrid

Según explica Jesús Gutiérrez Villalta, politólogo y profesor de la Universidad Carlos III, «Andalucía, Cataluña y Madrid» han sido las tres plazas clásicas donde el PSOE ha sustentado sus éxitos electorales. Actualmente es cierto que Sánchez cuenta con el apoyo de Cataluña y Madrid pero, probablemente, sean dos de las federaciones más complicadas de toda España.

Gómez y Carmona, el sector crítico del PSOE de Madrid
Gómez y Carmona, el sector crítico del PSOE de Madrid - EFE

Después de que Carme Chacón decidiera apartarse, Miquel Iceta ha asumido el liderazgo del PSC mientras que Meritxell Batet, número 2 del PSOE en Madrid el 20D, será quien figure en lo más alto de la papeleta catalana de cara al 26J. Esta división y la coyuntura catalana, donde el independentismo es la primera opción en las urnas, hace que sea «impensable que el PSOE saque los mismos resultados en Cataluña que en 2011 con Zapatero», considera Francesc Pallarés, catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad Pompeu Fabra.

«Obviamente el no poder contar con un peso importante en Cataluña es un problema», añade el catedrático, una afirmación que podría hacerse extensible a Madrid, donde Sara Hernández, partidaria de Sánchez, ostenta el poder pero por muy poco. El Congreso regional le otorgó la confianza con el 57,7% de los votos, algo que evidencia la división existente entre su facción y la que pide un cambio en el PSOE, liderada por ilustres como Tomás Gómez, Antonio Miguel Carmona y caras nuevas como Juan Segovia. Los votos de los delegados, con este panorama, se repartirían al 50% como mucho, situación que contrastaría con el «rodillo» andaluz.

Andalucía es clave

Y si Madrid y Cataluña son dos feudos importantes para el PSOE, Andalucía lo es más, tanto a nivel interno como a la hora de recontar votos en los comicios. «El peso de Andalucía siempre ha sido muy alto porque el nivel de afiliación es muy alto», aclara Tamboleo, quien acto seguido sentencia: «Si tienes Andalucía, eres muy fuerte».

Sin retroceder mucho en el calendario, Tamboleo rememora que Sánchez ganó las primarias que le hicieron llegar a la secretaría general gracias a los apoyos andaluces, que le otorgaron su confianza en detrimento de Madina.

Sánchez, las dudas y el futuro

«Creo que ahora es el momento en el que más dudas hay dentro del PSOE, siempre ha habido enfrentamiento y es normal, pero ahora hay más dudas», estima Pallarés, quien las atribuye a «la falta de proyecto» en el partido. Aún así, pese a los interrogantes que pueda representar Sánchez como líder, el catedrático piensa que el problema va más allá y que la formación de la rosa necesita «redefinirse y centrar su proyecto». En este sentido, Pallarés opina que si en el próximo Congreso del PSOE únicamente se produce un cambio de persona, «no servirá de nada».

«No me cambio por Pedro Sánchez»

Villalta, por su parte, lo tiene claro: «No me cambio por Pedro Sánchez». El experto incide en la evidencia de los problemas internos del PSOE pero advierte que al secretario general socialista aún le quedan dos oportunidades para salvarse, que coinciden con las elecciones del 26J y la negociación posterior. «Si no tiene mejores resultados pero consigue formar Gobierno, el Congreso entraría otra dinámica. Nadie va a presentarse contra alguien que ha formado Gobierno», vaticina el politólogo.

De lo contrario, si las urnas sentencian al PSOE o cristaliza el sorpasso, Tamboleo vaticina un mal futuro para Sánchez. «Viviremos algo parecido a la dimisión de Almunia cuando Aznar cosechó la mayoría absoluta para el PP en el año 2000».

Por el momento, y como dice Villalta, «aún hay que cruzar el río» de las elecciones, pero el movimiento de Vara es sintomático. «Si Fernández Vara ha dicho esto es porque hay más gente detrás, se trata de algo planificado», explica Tamboleo, quien destaca que estas declaraciones podrían servir para «tantear» a nivel interno. Es decir, para intentar distinguir quien está con Pedro Sánchez y quien con Susana Díaz. Y eso que tenemos elecciones antes y parece más importante el destino de un país que el de un partido político.

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