El PP avisa a sus primeros espadas que no se borren para las alcaldías
El partido asume que tendrá que poner a los «mejores» para pelear contra Cs y no descarta que haya «sacrificios»
Mariano Rajoy puso ayer a su partido en ebullición al desvelar que el PPdeshojará «antes del verano» las primeras candidaturas a las elecciones municipales y autonómicas de 2019. Para entonces, señaló en una entrevista en TVE, ya habrá «bastantes candidatos» designados. El presidente popular confirmó así que, frente a su natural costumbre de dejarlo hasta el final, esta vez el PP tendrá su equipo electoral a punto un año antes de la cita con las urnas. Es muy probable que Génova anticipe antes de Semana Santa los nombres a las capitales andaluzas después de que el equipo de Juan Manuel Moreno les haya transmitido la necesidad de acelerar el proceso por si la presidenta andaluza, Susana Díaz, convoca elecciones este otoño.
El coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, ya recorre las comunidades autónomas para conocer de primera mano los planes que perfilan las direcciones regionales. Como establecen los estatutos del partido, las candidaturas a las capitales de provincia las debe validar la dirección nacional. Maillo, que se ocupa del área de organización y también electoral, comenzó su periplo territorial el pasado fin de semana en Baleares, el lunes estuvo en La Rioja y en las próximas fechas tiene previsto viajar a Cantabria, Extremadura, Asturias y Navarra.
«Hay que poner el partido a punto», señalan desde la sede nacional, donde son conscientes de que deberán reclutar «a los mejores» cabezas de cartel para intentar la reconquista del poder territorial que se perdió en 2015. Lo cierto es que en el PPasumen que solo con las siglas ya no vale y que será necesario poner toda la carne en el asador para aplacar la crecida electoral de Ciudadanos. Aunque la doctrina oficial de Rajoy es que el éxito de Albert Rivera en Cataluña no es extrapolable al resto de España , nadie subestima la competencia de Cs en la pugna por el centro-derecha en buena parte del mapa. De ahí que entre los cuadros dirigentes populares cunda la sensación de que Rajoy dispondrá de «primeros espada» para reforzar sus listas en 2019 .
Génova no juega a las quinielas, aunque internamente sí se reconoce que hay aspirantes con mucho interés en las grandes ciudades, como es el caso de Pablo Casado para formar tándem electoral con Cristina Cifuentes en Madrid. La presidenta madrileña está a favor, pero es Rajoy quien decidirá.
Autodescartes
Pero también que hay quienes llevan meses esquivando una posible nominación para volver a la siempre sufrida política local. En esa tesitura complicada se encuentra Esteban González Pons, portavoz del PP en el Parlamento europeo. Muchos creen que es el recambio necesario para reconquistar el Ayuntamiento de Valencia pero la herencia de corrupción compremete en sumo grado el éxito. Tras un cuarto de siglo de dominio de Rita Barberá hoy gobierna la izquierda. Hay otros hombres de éxito municipal que se han autodescartado, como el hoy ministro de Fomento, Íñigo de la Serna , que no pretende volver a Santander.
Tampoco Javier Maroto tiene ninguna gana de volver a Vitoria tras ser desalojado en 2015 por el PNV, pese a ganar. Pero existe un precidente de riesgo para él en el País Vasco: Rajoy sacrificó a su ministro de Sanidad Alfonso Alonso para ser candidato a lendakari en 2016, rumbo a la oposición.
No hay descartes de antemano , se insiste en el PP. «Que nadie se borre porque estamos en tiempos de necesidad y si el jefe lo llama tendrá que prestar servicio al partido», comentaba ayer un miembro de la ejecutiva. La máxima de Rajoy de que «no se puede desvestir a un santo» para vestir otro puede que no sirva esta vez. En esa difícil ecuación está también la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, que tendrá que decidir si deja el Gobierno por Castilla-La Mancha.
Noticias relacionadas
