La Policía advierte de una «respuesta violenta» de Arran si no hay referéndum en Cataluña

Los expertos consideran a la Esquerra Independentista una «amenaza real» con «estructura, organización y determinación para atacar»

Los jóvenes radicales de la organización Arran, durante el «escrache» en la sede del PP catalán en marzo ABC
Pablo Muñoz

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Los últimos incidentes ocurridos en Cataluña y Baleares protagonizados por Arran , las juventudes de la Izquierda Independentista, podrían ser solo el «aperitivo» de lo que nos espera si el Gobierno, como está dispuesto a hacer, impide la celebración del referéndum secesionista del 1 de octubre . Esta es la tesis que mantienen fuentes policiales de la máxima solvencia consultadas por ABC, que advierten además de que este colectivo radical y alineado con el comunismo libertario cuenta con «estructura, organización y determinación» suficiente para dar una «respuesta violenta» en ese escenario.

Por tanto, «la Esquerra Indepentista es una amenaza real que ha demostrado tener capacidad para desplegar acciones con cierto grado de violencia, como ha quedado claro estas últimas semanas. Tanto esa organización, como sus juventudes, son un movimiento de contrapoder», insisten las mismas fuentes, que no descartan por tanto que se produzcan acciones más contundentes de este colectivo a medida que se acerque la fecha del referéndum secesionista.

Las Fuerzas de Seguridad están preparadas para actuar a medida que la situación se complique, pero el problema aumenta porque «hay una legitimación de los ataques desde el punto de vista institucional, ya que portavoces de la CUP los han justificado como reacciones lógicas ante la presión del sistema y la amenaza institucional del Estado central». Además, los jóvenes de Arran se ven apoyados por sus mayores de la Esquerra Independentista, en especial Endevant.

Las Fuerzas de Seguridad están preparadas para actuar, pero el problema aumenta porque «hay una legitimación institucional de los ataques por la CUP»

El nacimiento de Arran se sitúa el 14 de julio de 2012, coincidiendo con la XI edición del «Rebrot» -encuentro de jóvenes de los llamados «países catalanes» en Berga (Barcelona)- y con ese nombre se bautizó a la sectorial juvenil de la Esquerra Independentista. Su lema fue «Hem nascut per vèncer» (Hemos nacido para vencer) y «con su nacimiento la organización matriz daba por acabada su fase de vertebración que daba paso a otro de musculación orientado a ampliar la base social y garantizar el relevo generacional», explican las fuentes.

Ese proceso de «vertebración» respondía a una petición expresa del independentismo revolucionario que fue formulada ya en los años 90, cuando este sector atravesaba una de sus crisis más profundas por el completo desmantelamiento de la organización terrorista Tierra Lliure por parte de las Fuerzas de Seguridad. No solo eso; en esa época el respado social de la sociedad a ese tipo de activismo era mínimo, y era necesario por tanto articular un movimiento político con dos principios claros de actuación: la identidad nacional y la conciencia de clase, sin que uno prime sobre el otro.

«Arran es uno de los mayores logros desde la creación de Esquerra Independentista -sostienen las fuentes- porque necesita una sectorial juvenil potente para lograr dos objetivos estratégicos: extender el ámbito territorial de influencia a comarcas en las que la presencia de Endavant o bien era testimonial o poco estructurada, de modo que se diera al movimiento la noción de pancatalanismo, y garantizar el relevo generacional convenientemente adoctrinado».

«Arran es uno de los mayores logros desde la creación de Esquerra Independentista»

En un principio Arran contaba con 54 asambleas operativas, pero ese número ascendió pronto a 77, extendiéndos a todos los «países catalanes». Más complejo es cuantificar sus miembros, que varía en función de las circunstancias, pero «es evidente que ha conseguido una amplia expansión territorial». Las asambleas se adaptan a una división geográfica propia, basada en criterios que responden a su interpretación de la «tradición histórica de esos presuntos países catalanes».

Implantación geográfica

Así, el ámbito territorial está dividido en el Principal, que sería la actual Cataluña y la «Franja de Ponent» de Aragón; País Valencià, que es la Comunidad Valenciana; Ses Illes, formado por las Baleares y Cataluña Nord, que abarca las comarcas del Roselló, Capcir, Vallespir, el Confient, la Fenolleda y la Alta Cerdanya todas en Francia.

Además hay una subdivisión comarcal, en la que pueden confluir militantes de diferentes municipios; local, en los pueblos, y de barrio, solo en las grandes ciudades, donde el número de militantes hace posible que haya varias asambleas. Precisamente eso fue clave para la rápida implantación de Arran en Barcelona, ya que se implicó en reivindicaciones vecinales convirtiéndose así en organización de referencia para los jóvenes.

El primer gran grupo de actuaciones de Arran lo forman las usurpaciones de inmuebles, que se convierten en sedes de las asambleas

La organización juvenil reafirma su carácter revolucionario con acciones que exigen a sus militantes la confirmación de su compromiso con este movimiento. El primer gran grupo de actuaciones de Arran lo forman las usurpaciones de inmuebles, que ellos llaman «liberación de espacios», y que de consolidarse se convierten en sedes de las asambleas y, por tanto, centros dinamizadores . Esas «okupaciones» son ejecutadas por un grupo muy reducido al mando de un veterano con experiencia en situaciones así.

Los jóvenes radicales muestran gran actividad al dañar distintos tipos de inmuebles con pintadas en cierres metálicos y fachadas y rotura de cristaleras. Sus objetivos son entidades bancarias, sedes de partidos políticos, edificios de titularidad pública, iglesias... Se trata en no pocas ocasiones de señalar objetivos que consideran enemigos políticos o sociales.

Como la «Kale borroka»

Finalmente Arran se distingue por la comisión de desórdenes públicos, con la quema de contenedores y mobiliario urbano al estilo de la «kale borroka», en especial aprovechando manifestaciones. Se da sobre todo en movilizaciones estudiantiles o de carácter sociolaboral, mientras que en las que hay un fondo identitario, como la Diada, se prioriza el mensaje político.

Además, el grado de violencia que se imprime a las acciones aparece modulado por el contexto sociopolítico y «la organización tiene muy en cuenta las consecuencias derivadas de la repercusión mediática para elaborar el correspondiente discurso justificativo por parte de la Esquerra Independentista».

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