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Patxi López ayer durante la presentación de su candidatura - Oscar del Pozo

Patxi López sale al ataque contra la «uniformidad» que representa Díaz

El exlendakari pide a Pedro Sánchez que se sume a su proyecto, pero el entorno del ex secretario general del PSOE dice que «no es su candidato»

Madrid Actualizado: Guardar
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Patxi López intentó ayer domingo, en su presentación en sociedad, remarcar el caracter ganador de su candidatura y para eso nada mejor que distanciarse desde un principio la que adivina principal rival en las primarias por la Secretaría General del PSOE: Susana Díaz. Frente al poderío orgánico que gusta exhibir la andaluza, el exlendakari optó por una puesta en escena austera en la sede de la fundación del Diario Madrid. Llegó acompañado solo por su esposa, Begoña Gil, y ningún dirigente le rodeó en el escenario blanco nuclear con las siglas PSOE y una gran rosa roja con tallo verde que había tras él.

El ya precandidato trató de dirigirse a los 180.000 militantes, sin barones ni intermediarios.

«La primera relación que se debe visualizar es la del candidato con la militancia», dijo antes de insistir en que viene a recuperar la «unidad de todos» pero no desde la «uniformidad». Justo, los dos principales reproches que se hacen a Díaz desde otras federaciones y desde el PSC en particular; Que quien diseñó y participó de la maniobra para desalojar a Sánchez el uno de octubre ya no está en condiciones de garantizar la paz interna. Y además, dicen, y además el PSOE no es un proyecto neoespañolista, es plural y diverso en sus identidades, como el país.

«Muchos militantes me conocen y yo les conozco a ellos y quiero decirles que me siento con fuerzas para reconstruir el partido», dijo el expresidente del Congreso, que el sábado habló con Pedro Sánchez y con todos los exsecretarios generales, además de con la mayoría de los barones territoriales, para anunciarles sus intenciones. Con poco éxito en el caso de Sánchez; ayer su entorno se apresuró a aclarar que no piensa integrarse en la candidatura de Patxi López, porque «no es su candidato».

De hecho, el exlíder, a quien ya molestó mucho que el que fuera su secretario de Organización, César Luena, líder en La Rioja, se pasara con armas y bagajes a apoyar a Patxi López, ha recibido «muy mal», según algunas fuentes consultadas por ABC, la deserción del senador Óscar López, que va a ejercer de director de gabinete del candidato. Desde el entorno del exlider socialista se trasladaba ayer que Sánchez había sido previamente informado por López, pero que en ningún momentole trasladó su intención de dar un paso atrás. En la candidatura de López se ambiciona ese escenario para permitir que el exlendakari pueda aglutinar a todos los contrarios a Susana Díaz. Pero los mensajes que trasladó ayer Sánchez no apuntan en esa dirección. Cree que mantiene intacta su impronta en la militancia y no cedera «su fuerza».

No a los «cálculos de poder»

Aunque Pedro Sánchez no se presente, el sector afín a Susana Díaz confía en que el 15% de la militancia afín a él, la más radicalizada , nunca reconozca la legitimidad de Patxi López como heredero del sanchismo. Eso daría ventaja a Díaz. Pero aunque Patxi López intenta dar la imagen de llanero solitario que apela a la voz de la militancia, admite que hay «mucha gente dentras» de su candidatura; practicamente todos los barones sanchistas se han pasado a sus filas aunque no lo digan, y confía en eso y en que los 17.000 militantes del PSC puedan participar finalmente en lasprimarias de mayo para elegir secretario general del PSOE y no sean excluidos. «No son tiempos de cálculos de poder sino de propuestas claras», dijo el exlendakari en un mensaje nada cifrado a Susana Díaz, a quien los críticos acusan de querer borrar de un plumazo la participación de los afiliados catalanes para no verse derrotada en primarias.

Por eso, López avisa a la gestora que «no corresponde tomar ninguna decisión» que pueda alterar el curso del proceso. En su opinión, si el PSOE dejara al PSC fuera, estaría cometiendo un «error mayúsculo»; es lanzar el mensaje de los socialistas no tienen «una fórmula» para el encaje de Cataluña en España y que los catalanes no pueden «convivir» con el resto de España. «El PSOE es el partido de la centralidad en la cuestión territorial. Sabemos lo que hablamos y defendemos», añadió. «Y no vamos a jugar nunca a enfrentar identidades o territorios sino a sumarlos en proyectos de país compartido».

A López no le importa que haya «dos, tres o cuatro» candidatos en esas primarias porque él no se presenta «contra nadie» ni para hablar «de pasado». Sigue considerando que fue «un error» abstenerse para facilitar la investidura de Mariano Rajoy, aunque acata la decisión del Comité Federal porque «eso es lo que nos hace ser un partido»: cuando los órganostoman decisiones estas se acatan. No se siente mal, en este sentido, por haber aconsejado a Pedro Sánchez que dejara el escaño si no se iba a abstener, como hicieron finalmente él y otros.

«Socialdemocracia clásica»

Patxi López va a defender ante la militancia, explicó, un proyecto de «socialdemocracia clásica, sin matices», que suponga no echar más «agua» de políticas de derecha al «vino» de la izquierda porque, al final, esta se ha convertido en un «agua» más. Asegura tener el «respaldo de muncha gente para dar este paso» y garantiza que no va a pactar con nadie antes de las primarias porque la militancia tiene que ser «capaz de escoger, de decidir» entre los proyectos que se presenten.

El suyo es «reconstruir» el partido y hacerlo «desde la izquierda exigente», que es «autónoma» del resto de partidos y que no busca simplemente ser un «analgésico atemperador» de las políticas de la derecha.Preguntado por si le gustaría ser candidato a la Presidencia del Gobierno, Patxi López se limitó a indicar que esta «centrado» en alcanzar la Secretaría General del PSOE y quien en el «futuro» sea el candidato a La Moncloa lo decidirán los militantes y simpatizantes en elecciones «primarias abiertas».

Díaz, a la espera

Aunque solo fuera para no dar sensación de que va a rebufo de Patxi López, Susana Díaz no tiene intención de presentar su candidatura en las próximas semanas, aseguraron ayer a ABC fuentes de su entorno. Puede que no espere finalmente a la celebración del próximo Comité Federal del PSOE, a finales de marzo, donde se fijará ya la fecha y el reglamento de las primarias, pero de ninguna manera va a «correr» porque López haya adelantado su presentación.

En el entorno de la presidenta andaluza cunde la idea de que el exlendakari ha «precipitado» su candidatura por miedo a que Pedro Sánchez diera el paso antes que él, lo cual hubiera dejado muy pocas opciones a la «tercera vía». De hecho, buena parte de la rueda de prensa la dedicó ayer Patxi López a desmentir que él sea tercera vía porque la sola denominación evoca un intento de enmascarar las políticas que derechas que comenzó aplicando Tony Blair en Gran Bretaña y luego el resto de los partidos socialistas europeos, llevándoles al estado de postración en el que están.

Además, el expresidente del Congreso se puede permitir jugar con el calendario más que la andaluza, que todavía tiene que arreglar su sucesión al frente del socialismo andaluz y la Junta. Este es un tema tabú en el PSOE-A, que todavía recuerda con pavor el episodio traumático que supuso la sucesión de Manuel Chaves en la persona de José Antonio Griñán.

Díaz no tiene la decisión de presentarse tomada, por mas que su entorno dé por hecho que «no le va a quedar más remedio». Pero ella necesita, al contrario que López, tiempo para dejar ordenada la Junta. Se especula con que su sucesor al frente de la misma sea el consjero de Presidencia, Manuel Jiménez Barrios; el portavoz del Grupo Socialista en el Parlamento Andaluz y portavoz de la gestora socialista, Mario Jiménez, o la también consejera andaluza Mar Montoro. Menos prisa corre la secretaría general del PSOE andaluz, aunque la pésima experiencia de bicefalia entre Chaves y Griñán hace que muchos en el socialismo andaluz vean imprescindible que Díaz lo deje todo.

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